Un nuevo aeropuerto en el país más montañoso del mundo impresionará por su rico diseño tradicional. El aeropuerto internacional de Gelephu, en Bután, es un ambicioso proyecto del estudio de diseño danés BIG. Las instalaciones se asemejarán a hileras de marquesinas de madera clavadas en una pequeña parcela de terreno llano en el Himalaya. Los adornos de madera tallada remiten al colorido arte del reino montañoso.
Justo al pie de las montañas más altas del mundo, Jigme King Khesar Namgyel Wangchuck pretende construir una ciudad butanesa del futuro. Con una población de casi 10.000 habitantes, Gelephu, situada en la frontera indo-bhutanesa, se transformará en el centro económico y de desarrollo del país (Gelephu Mindfulness City). La pequeña ciudad está situada en un terreno llano del país, cuyo 98% es montañoso. Por eso, uno de los elementos más importantes de la inversión es el segundo aeropuerto internacional del país.
Pista de aterrizaje del Dragón
El diseño del arquitecto Bjarke Ingels prevé un aeropuerto formado por bloques triangulares en forma de prisma. Los marcos de madera de los segmentos serán tallados por artesanos butaneses, y los dibujos que creen harán referencia al colorido e intrincado arte del país. Los coloridos dragones simbolizarán el pasado, el presente y el prometedor futuro de Bután. El mencionado dragón «Druk» es el símbolo nacional de Bután, que puede verse en la bandera oficial. Además, el rey lleva el título de «Dragón del Trueno». Por ello, en Gelephu, la combinación de talla y pintura tradicionales creará un bello y auténtico escaparate del país.
El bulto del centro es el vestíbulo principal, desde el que los pasajeros podrán acceder a las puertas, los baños y las salas de meditación y yoga. Este diseño cohesivo pretende estar en consonancia con la filosofía de la «plenitud de la mente», lo que explica el inusual aspecto del aeropuerto. El enfoque butanés de la vida también se refleja en la funcionalidad del aeropuerto. Los tejados de los bloques estarán revestidos de paneles fotovoltaicos y se espera que la estructura de madera absorba la humedad del aire. Cabe señalar que la región fronteriza del sur del país se halla en un clima subtropical y, por tanto, es rica en lluvias. Los tejados a dos aguas parecen la solución ideal para las condiciones torrenciales.
Jardines subtropicales con exuberante vegetación y altos árboles recorrerán el centro del recinto aeroportuario. También se espera que la vegetación entre en el interior. Las plantas dispondrán de las condiciones adecuadas gracias a la abundante luz que entrará por las paredes de cristal. Curiosamente, las copas de los árboles serán visibles desde terrazas suspendidas sobre el jardín.
El aeropuerto estará conectado con Gelephu mediante líneas de autobús. Además, se espera que también entren en la renovada ciudad modernos tranvías sin raíles. BIG espera que el aeropuerto acoja a 1,3 millones de pasajeros al año en 2040. La terminal nacional e internacional permitirá manejar 123 aviones al día. El aeropuerto de Gelephu es una gran combinación de innovación y cultura local. El proyecto de BIG no es otra nave de hojalata con pistas al lado, sino un auténtico templo butanés del transporte aéreo.
Fuente de la foto: BIG
Lea también: Arquitectura | Curiosidades | Madera | Escultura | whiteMAD en Instagram