En el pequeño pueblo de Spycimierz, en el voivodato de Łódzkie, la celebración del Corpus Christi tiene una dimensión especial y colorida. Cada año, una alfombra de miles de flores, de más de un kilómetro de largo, aparece a lo largo del recorrido de la procesión. Esta impresionante obra de arte es el resultado de un esfuerzo comunitario por parte de los habitantes y una expresión del cuidado por el patrimonio cultural de la región transmitido de generación en generación. En 2021, esta costumbre fue honrada con su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Alfombras de flores en Spycimierz – historia
Los orígenes de la tradición de colocar alfombras florales no están claramente documentados. Según relatos orales, la costumbre pudo aparecer en suelo polaco en el siglo XIX, cuando los habitantes que regresaban de las campañas napoleónicas trajeron de Europa Occidental inspiración para decorar con colores el recorrido de la procesión navideña. Otros relatos sitúan el inicio de esta práctica en el periodo de entreguerras o a principios del siglo XX. Sin embargo, el primer registro escrito procede de la crónica parroquial de 1957. Originalmente, el recorrido de la procesión se decoraba con ramitas y arena amarilla. Con el paso de los años, las composiciones se hicieron cada vez más elaboradas y recargadas y, a partir de la segunda mitad del siglo XX, las flores se convirtieron en el material dominante. Hoy en día, toda la parroquia participa en la creación de las alfombras, y el trabajo comienza pocos días antes de la fiesta.
Trabajar juntos y preparar
La tradición de colocar alfombras florales está profundamente arraigada en la religiosidad de la comunidad local y se considera una ofrenda hecha «para gloria de Dios». Familias enteras, tanto ancianos como niños, participan en los preparativos. Algunos feligreses cultivan flores especialmente para el acontecimiento, mientras que otras se recogen de prados, jardines, bosques y bordes de caminos. También se recogen materiales naturales como cortezas, musgos, hojas, ramitas y cereales. Las flores se almacenan en lugares frescos, normalmente en sótanos y graneros. Los bocetos de los diseños se hacen directamente sobre el suelo con tiza blanca, a veces utilizando plantillas. Se utiliza arena y tierra para mantener la forma de las composiciones. Es interesante señalar que todavía hoy se utiliza arena blanca procedente de antiguas dunas situadas en los alrededores del pueblo.

Las alfombras de Spycimierz, símbolo de comunidad e identidad
En la colocación de las alfombras florales en Spycimierz no hay una sola persona que coordine las actividades. El recorrido de la procesión se divide en secciones asignadas a familias o grupos de residentes específicos. Algunas secciones, como la zona alrededor de los altares o la vicaría, son decoradas por personas de los pueblos de los alrededores y, en los últimos años, también por visitantes extranjeros, como los italianos de Infioritalia. Los motivos de las alfombras también evolucionan. Antes dominaban los motivos florales, pero hoy también aparecen símbolos religiosos como hostias, cruces, ángeles o escenas marianas. Aunque cada vez se busca más inspiración en Internet, para la comunidad local el sentido espiritual del acontecimiento sigue siendo primordial.
Un patrimonio de importancia internacional
En 2021, la tradición de colocar alfombras florales en Spycimierz y cuatro ciudades de Opole (Klucze, Olszowa, Zalesie Śląskie y Zimna Wódka) se incluyó oficialmente en la lista de la UNESCO. La decisión se anunció durante la 16ª reunión del Comité Intergubernamental para la Protección del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en París. Esta distinción refuerza la posición de la tradición de Spycimier en el mapa cultural de Europa y moviliza a la comunidad para cuidarla y transmitirla a las generaciones futuras.
Fuente: spycimierskiebozecialo.pl
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