En el corazón de una antigua casa de vecinos de Cracovia se esconde un insólito piso de dos plantas, donde el carácter clásico de las antigüedades se encuentra con un ambiente posmoderno. Esta audaz yuxtaposición, que puede parecer arriesgada a primera vista, sorprende sin embargo por su efecto armonioso y reflexivo. Este proyecto fue creado por Anna Jędrysko y Aleksandra Radej, de Lunarne.Studio, que combinaron aquí con éxito tradición y modernidad. El azul prusia, las antigüedades y los elementos contemporáneos dan al piso una expresión única.
El punto focal de la disposición pasó a ser la Madonna, que mira desde el gran tondo del salón, y el enorme aparador tallado. Estos elementos fueron el punto de partida de todo el proyecto e influyeron en la elección de colores, estilos y formas. Se pueden encontrar referencias a estos elementos clásicos en casi todos los rincones del piso. Su presencia está sutilmente marcada en varios lugares: desde los gráficos sobre la cama hasta los motivos geométricos de las paredes, pasando por los colores de la librería del estudio y los muebles de la cocina. Incluso el fino suelo de mosaico de la cocina y el vestíbulo, a pesar de su diseño contemporáneo, remite al estilo de las casas adosadas de Cracovia, lo que subraya el respeto de los inversores por sus raíces y tradiciones familiares.
Las pesadas antigüedades y el noble azul marino se complementaron con sorprendentes toques posmodernos. Estos elementos contrastados, como los acentos en rosa y salmón, los cuadros geométricos de las paredes, la pata estilo memphis de la península de la cocina y el estuco pintado del baño, añaden carácter y dinamismo al espacio. Los motivos frondosos del papel pintado también aportan frescura y naturalidad al interior.
Uno de los elementos más importantes del piso es la escalera, que desde el principio ha sido un punto importante en el espacio del salón. Tras repensar su forma y función, la escalera no sólo ha ganado en estética, sino también en practicidad. Los peldaños de roble serpentean alrededor de una librería decorativa, al tiempo que crean espacio de almacenamiento en las partes más bajas de la estructura. Otros detalles, como los bordes redondeados de los muebles, la encimera de piedra de la cocina y el mullido reposacabezas del dormitorio, acentúan el carácter íntimo y acogedor del interior, enriquecido con cálidos tonos nogal y el llamativo y fuerte color azul de Prusia.
Hay dos cuartos de baño en el piso, cada uno con una historia estilística distinta. El pequeño cuarto de baño de invitados recuerda a una postal de unas vacaciones en el trópico, con colores intensos y motivos exóticos. En cambio, el cuarto de baño al que sólo tiene acceso la familia es una composición sutil y fresca, que recuerda a un baño en las refrescantes aguas del Mar del Norte. Ambos cuartos de baño, aunque contrastan en estilo, encajan perfectamente en el concepto general del interior.
El proyecto del piso realizado por Lunarne.Studio es un ejemplo perfecto de cómo lo clásico y lo moderno pueden combinarse armoniosamente. Al yuxtaponer hábilmente antigüedades con acentos posmodernos, los creadores han creado un espacio no sólo estéticamente agradable, sino también funcional, lleno de vida y carácter personal. El piso refleja el respeto por la tradición, al tiempo que se abre a las tendencias modernas y a soluciones novedosas.
Fuente: Lunarne.Studio
Leer también: Apartamento | Interiores | Cracovia | Detalle | Eclecticismo | whiteMAD en Instagram
