En 1963, en pleno centro de Varsovia, en la calle Wiejska 20, se construyó un edificio residencial diseñado por los destacados arquitectos Jerzy Gieysztor y Jerzy Kumelowski. Esta realización, considerada una de las mejores de su género en la capital, combina un nivel estético excepcional con el uso de materiales de alta calidad. El bloque es un ejemplo de construcción ejemplar de la época comunista, que hacía referencia a las tendencias occidentales en arquitectura residencial.
El edificio, diseñado por Gieysztor y Kumelowski, es una estructura en dos partes cuya fachada se caracteriza por balcones en franja, divididos por elementos que alternan entre una y dos plantas. Este efecto crea un ritmo dinámico e interesantes juegos de claroscuro en la fachada. Las partes del edificio están conectadas por una característica marquesina con aberturas circulares, que confiere ligereza al edificio.
Wiejska 20 en la década de 1960, vista desde la calle Prusa. La fotografía (escaneada) procede del álbum «Varsovia – la ciudad y la gente», publicado por «Arkady» en 1968.
Desde el lado de la calle Wiejska, el bloque flota sobre voladizos bajo los que discurre la acera. Este desplazamiento del bloque más allá de la línea de la fachada confiere dinamismo al edificio y acentúa su novedad. Los voladizos inclinados hacia el eje central de la fachada, los balcones y el revestimiento cerámico aluden al estilo op-art, creando un conjunto armonioso.
El bloque de Wiejska 20 no sólo se distingue por su fachada, sino también por su interior. La planta baja del edificio está destinada a locales comerciales, mientras que en la superior se sitúan amplios pisos. Según algunas fuentes, en la última planta se han proyectado pisos de lujo con ascensores propios, terrazas e incluso piscinas privadas. Aunque no hay pruebas claras de estas comodidades, los materiales de alta calidad y los metros cuadrados sobredimensionados indican que estas unidades estaban destinadas a personas de alto perfil.
Debajo del edificio hay un garaje subterráneo, algo poco frecuente en aquella época. Las fachadas se decoraron con piedra arenisca, y algunas partes del edificio, especialmente en el lado que da a la calle Bolesława Prusa, se cubrieron con azulejos de cerámica de color turquesa, que añaden color y ligereza a la estructura. La fachada del lado del patio, en cambio, se revistió de ladrillo gris, lo que crea un interesante contraste con los demás elementos arquitectónicos.
La planta baja del edificio albergaba antiguamente la Casa de la Moda Polaca, una prestigiosa tienda cuyo interior estaba decorado con obras de cerámica de Krzysztof Henisz. Su composición, de cerámica roja y turquesa, se ha conservado hasta nuestros días. Además de la instalación cerámica, el edificio conserva la escalera de caracol original, parte de su rico patrimonio arquitectónico.
El bloque del número 20 de la calle Wiejska no es sólo uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura residencial de la época comunista, sino también un edificio con una rica historia. El edificio sigue deleitando hoy tanto a los expertos en arquitectura como a los habitantes de Varsovia. En 1976 fue inscrito en el registro de monumentos, lo que no hace sino confirmar su gran valor histórico y artístico. El bloque es un lugar que nos recuerda los tiempos en que la arquitectura polaca podía competir con la mejor de Occidente y los pisos de lujo sólo estaban al alcance de unos pocos elegidos.
Fuente: architektura.muratorplus.pl, cargocollective.com
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