En una de las encantadoras urbanizaciones unifamiliares de la década de 1930 en Gdańsk, se creó un inusual proyecto de casa que combina armoniosamente la modernidad con el tejido urbano histórico. Este singular edificio se diseñó pensando en una familia de cuatro miembros y su perro, y la idea principal del proyecto era inscribir el nuevo edificio en el entorno histórico manteniendo un alto nivel funcional. La casa minimalista reinterpreta la arquitectura tradicional.
El diseño de la casa rinde homenaje a la arquitectura de los años 30, pero en una interpretación moderna y minimalista. El volumen del edificio, que remite al desarrollo original de la parcela -una casa con tejado a dos aguas-, se ha dividido en tres bloques distintos. Cada uno tiene una función específica. El bloque blanco alberga las habitaciones de los niños, el bloque de hormigón es la zona privada de los padres (dormitorio y estudio), y el bloque de madera se utiliza para estancias auxiliares como cuartos de baño, vestidores y una despensa. Esta expresiva composición organiza no sólo el espacio funcional, sino también el estético. El resto del interior, entre los sólidos, se ha destinado a espacio común para todos los miembros de la casa. Este espacio fluye a la perfección desde la cocina al comedor para culminar en el salón con su impresionante altura de dos pisos.
En la planta baja, donde sólo se encuentran el estudio, el cuarto de baño y la despensa, el espacio común sigue siendo lo más abierto posible. El estudio, encastrado en un bloque de hormigón, ofrece intimidad al tiempo que está conectado visualmente con el resto de la casa a través de aberturas diseñadas con precisión. El salón, la cocina y el comedor se funden a la perfección para crear un espacio abierto con vistas variadas del entorno. En la primera planta hay tres dormitorios: el de los padres (en bloque de hormigón) y el de los hijos (en bloque blanco). Estas habitaciones se han diseñado pensando en la intimidad y la comodidad de los habitantes de la casa. El bloque de madera oculta los cuartos de baño y el vestidor. Los interiores, gracias a las claraboyas situadas en la unión de los bloques y el tejado, están iluminados con luz natural y difusa. Cada uno de los espacios se abre hacia el exterior en distintas direcciones, ofreciendo marcos de visión únicos: el salón se abre al jardín, el comedor a la terraza oeste y el estudio ofrece vistas a uno de los árboles del jardín. El balcón de los niños ofrece vistas al parque paisajístico Tri-City.
El tejado del edificio está cubierto de tejas minimalistas de color claro, que contrastan con el austero cuerpo del edificio. En los lugares donde hay claraboyas, se utiliza vidrio para aportar luz adicional a los interiores. Este tratamiento aporta ligereza a los interiores y acentúa su amplitud. Los interiores de la casa se han diseñado con materiales crudos y naturales que encajan perfectamente con el carácter minimalista del proyecto. El hormigón, la madera y el terrazo dominan la paleta de materiales. Los suelos acabados en terrazo fino unen los interiores, creando una superficie cohesiva y satinada. Los muros de hormigón se dejaron en bruto, sólo impregnados y protegidos, lo que acentúa el carácter moderno e industrial del bloque de hormigón. El bloque de madera de los interiores está acabado con muebles chapados y paneles murales de roble natural.
En referencia a los elementos de madera del interior, las ventanas y los acabados exteriores, como la valla de la parcela, también son del mismo material. Este enfoque acentúa el carácter natural e intemporal del diseño. El mobiliario y los accesorios de la casa se han seleccionado cuidadosamente para que no contrasten con el interior minimalista, sino que armonicen con su sencillez y funcionalidad. Un sofá tapizado y sillas de tejidos finos aportan suavidad al espacio. La iluminación es otro elemento importante: la lámpara colgante sobre la mesa del comedor y las pequeñas lámparas colgantes del salón crean un ambiente agradable e íntimo. En el cuarto de baño de la planta baja, un lavabo independiente de forma cilíndrica y una lámpara con pantalla de cristal ahumado aportan elegancia y calidez.
Un elemento importante del diseño es el enfoque ecológico del edificio en cuanto a la climatización. Las contraventanas de madera actúan como «aire acondicionado pasivo» natural, reduciendo la ganancia de calor del sol y, por tanto, la necesidad de refrigeración. Además, el garaje, situado en el nivel -1, ahorra espacio para el jardín, que ofrece múltiples zonas: desde la terraza oeste hasta un área privada con césped y zona de barbacoa.
La casa minimalista de Gdansk es un excelente ejemplo de arquitectura moderna que hace referencia respetuosamente al tejido urbano histórico al tiempo que ofrece soluciones funcionales modernas. Es un lugar donde la forma se une a la función, y el minimalismo y la austeridad de los materiales armonizan con la calidez de la madera natural para crear un espacio ideal para la familia moderna.
Diseño: SuDe Sustainable Design
Dirección: Gdańsk, Strzyża
Finalización: 2022
Superficie útil: 149 m2
Fotografía: Tom Kurek
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Tema: Casa minimalista en Gdansk: una interpretación moderna de la tradición
