Los Pabellones Křižík se construyeron en Praga en 1991, diseñados por Michal Brix. Ahora el complejo modernista ha sido reconstruido, convirtiéndolo en un oasis verde y popular lugar de encuentro. El complejo del mercado era una isla de calor de hormigón; hoy funciona como parque público.
El complejo de exposiciones de los Pabellones de Křižík se construyó para conmemorar el centenario de la Exposición del Jubileo (1891), que a su vez conmemoraba la primera exposición industrial de la República Checa, celebrada también un siglo antes. La Exposición del Jubileo de 1891 fue un gran acontecimiento y atrajo a 2,5 millones de visitantes. El edificio central de la exposición fue el Palacio Industrial (la primera construcción de acero y cristal en tierras checas). A continuación se construyeron numerosos pabellones, entre ellos el de Křižík y el de Hanavský. La exposición presentaba también la primera línea de tranvías eléctricos de Austria-Hungría, diseñada por Křižík.
Los pabellones contemporáneos de Křižík en Praga han sido parte integrante del tejido urbano durante años. Concebidos inicialmente como estructuras temporales, no fueron demolidos, convirtiéndose en un espacio cultural, de exposiciones y eventos multifuncional. Sin embargo, el uso intensivo durante más de tres décadas puso de manifiesto la necesidad de adaptar los edificios a los estándares modernos, tanto técnica como funcionalmente. Este cambio exigía una nueva visión en la que la historia se encontrara con la modernidad, respondiendo al mismo tiempo a las necesidades actuales de la comunidad urbana.
La nueva vida de los pabellones
La decisión de revitalizar los pabellones fue el resultado de un análisis de sus muchos años de uso. Se llegó a la conclusión de que las instalaciones ya no cumplían los requisitos modernos de los espacios de exposición ni las necesidades de los organizadores de eventos, desde ferias y exposiciones hasta conciertos y producciones televisivas. Los arquitectos del estudio Výstaviště Praha prepararon el anteproyecto de cambios en todo el complejo. Durante las obras, no sólo se realizaron los trabajos técnicos necesarios, sino que también se introdujeron nuevas funcionalidades para atraer a los residentes locales.
Uno de los efectos más visibles de la revitalización es la transformación del interior de los pabellones. Se han pintado de negro mate, lo que crea el telón de fondo perfecto para los objetos expuestos, permitiéndoles destacar sobre el entorno industrial. El contraste de tonos claros en los acabados técnicos y sanitarios facilita la orientación y acentúa la atención a la funcionalidad. La crudeza de los elementos de hormigón, dejados en su forma natural, combinada con modernos detalles de acero -barandillas, balaustradas y mobiliario- refuerza el carácter industrial del edificio, mostrando respeto por la intención original del diseño.
Cubierta verde
Uno de los elementos clave del nuevo concepto de renovación es la cubierta completamente transformada. La anterior superficie de hormigón oscuro, que absorbía enormes cantidades de calor durante el día, contribuía a crear la llamada «isla de calor» y elevaba la temperatura ambiente hasta 1-3°C. El plano de hormigón se sustituyó por un tejado verde. El tejado transformado no sólo minimiza los efectos negativos del calentamiento urbano, sino que también reduce la superficie de hormigón en unos 5.000 m2. La plantación intensiva de plantas frena el flujo de aire y los depósitos de polvo, creando un microclima más agradable. Además, la nueva capa del tejado -que combina vegetación intensiva con una capa de retención y pavimentos- retiene unos 1.000 m³ de agua de lluvia al año, que a su vez se utiliza para regar la vegetación.
Nuevo lugar de encuentro
La nueva cubierta no es sólo una solución ecológica, sino sobre todo un espacio activo y acogedor para los residentes. Además de zonas de relajación y descanso, aquí se han diseñado un comedor, una zona deportiva en forma de cinta para correr y elementos con un parque infantil, convirtiendo la azotea en un centro urbano multifuncional. Con tal variedad de funciones, el espacio de la azotea puede utilizarse todo el año y constituye el telón de fondo perfecto para diversos actos culturales y sociales, lo que permite a los residentes integrarse y fomentar un estilo de vida saludable.
La revitalización de los Pabellones Křižík es un ejemplo ejemplar de la transformación del patrimonio modernista de los años 90 con las últimas tendencias arquitectónicas y medioambientales. La reconstrucción no sólo devolvió a los edificios su antiguo esplendor, sino que les dio una nueva vida, permitiéndoles adaptarse a las exigencias actuales. La renovación no sólo enriquece el paisaje de Praga, sino que se convierte en inspiración para futuras intervenciones urbanas sostenibles que combinen tradición y modernidad.
proyecto de reconstrucción: Výstaviště Praha
equipo: Ondřej Píhrt, Štefan Šulek, Ondřej Laciga, Kateřina Luftová, Štěpán Tomš, Matěj Střecha, Vendulka Vaněčková, Pavel Dostal
arquitecto del proyecto original: Michal Brix
fotografía: Alex Shoots Buildings
Leer también: Modernismo | República Checa | Praga | Metamorfosis | Lugares, plazas, parques | whiteMAD en Instagram