El proyecto Germania, Capital del Mundo, también conocido como Welthauptstadt Germania, fue una de las empresas arquitectónicas más ambiciosas del Tercer Reich. Adolf Hitler y su arquitecto jefe Albert Speer planearon transformar Berlín en una enorme metrópolis de arquitectura monumental, inspirada tanto en la antigua Roma como en los estilos neoclásico y nacionalsocialista. En el centro de este proyecto debía estar el Gran Salón, destinado a convertirse en el corazón político e ideológico del nuevo imperio. Germania debía impresionar por su grandeza y abrumar por su escala, subrayando el dominio de Alemania en el nuevo orden mundial. Speer admitió en sus memorias que Hitler soñaba con que Berlín se convirtiera en la ciudad más grande del mundo, superando a Londres, París y Nueva York.
Historia y concepto del Gran Salón
El Gran Pabellón (die Große Halle), también conocido como el Salón del Pueblo (die Halle des Volkes), era una pieza clave de los planes de remodelación de Berlín como parte del proyecto Germania. El monumental edificio debía erigirse en el extremo norte del eje principal de la ciudad, en la zona que rodea la curva del río Spree. Estaba previsto que el Salón del Pueblo acogiera convenciones anuales del NSDAP, grandes desfiles y ceremonias oficiales de Estado. Adolf Hitler ya había creado los primeros bocetos del edificio en 1925, pero no fue hasta después de 1937, cuando Albert Speer fue nombrado Inspector General de Construcciones de la capital del Reich, cuando el proyecto tomó forma. Hitler se inspiró, entre otros, en el Panteón romano, pero a una escala mucho mayor para simbolizar el poder y la eternidad del Tercer Reich.
El Gran Salón – coste y ejecución prevista
El coste de la construcción del Gran Salón se estimó en unos mil millones de reichsmark, y debía financiarse principalmente con los ingresos del turismo. Según los planes de Speer, se esperaba que el impulso de todo el proyecto atrajera a millones de turistas al año, generando enormes ingresos para el Reich. Estaba previsto que la construcción finalizara en 1950. Para realizar el proyecto fue necesario demoler gran parte de los edificios existentes en Berlín, incluido el barrio de Alsenviertel. Los trabajos preparatorios, como el desvío del cauce del río Spree, ya habían comenzado en 1939-1941.
Maqueta del vestíbulo de 1939. Foto: Bundesarchiv / CC-BY-SA 3.0, vía Wikimedia Commons
Arquitectura y construcción de die Große Halle en Berlín
El Gran Salón iba a ser el mayor del mundo en su género. Tiene una base de 315 por 315 metros y una altura de 74 metros. Encima estaba prevista una enorme cúpula de 250 metros de diámetro, cuya cúspide alcanzaría los 320 metros sobre el suelo. Hitler quería que la cúpula fuera tan enorme que su interior evocara una sensación de pequeñez y asombro en cualquiera que entrara. Todo el edificio debía tener diecisiete veces el tamaño de la Basílica de San Pedro de Roma. En su interior se preveía un aforo de 150.000-180.000 personas, y el espacio principal se diseñó con enormes columnas, mosaicos dorados y lemas de alabanza al Tercer Reich. La entrada principal del edificio iba a estar flanqueada por enormes esculturas, Atlas portando el mundo y Tellus sosteniendo el cielo, creadas por Arno Breker. En la cúpula, de 24 metros de altura y varias toneladas de peso, se había previsto colocar un águila con una esvástica.
El Gran Salón y sus alrededores
Al sur del Gran Palacio se proyectó una gran plaza rodeada de edificios administrativos que llevaría el nombre de Adolf Hitler. Al noroeste, detrás del edificio y en el lado norte del Spree, se proyectó un enorme embalse de 1.200 por 400 metros. Su superficie debía reflejar la cúpula monumental del Gran Salón y el águila simbólica. El tamaño del estanque debía ser quince veces mayor que el del Lincoln Memorial de Washington. La disposición de la cúpula, el depósito de agua y el eje este-oeste recordaban claramente al Capitolio, pero su escala se amplió hasta proporciones caricaturescas. El diseño de Germania también incluía un Arco del Triunfo gigante, significativamente mayor que su homólogo parisino.

El uso de trabajos forzados
Para una empresa de tal envergadura estaba previsto el uso extensivo de mano de obra forzada. Ya en 1939, la Inspección General de la Construcción (GBI) utilizó trabajadores forzados extranjeros y prisioneros de guerra. Para la construcción se instalaron varios campos de trabajo en los alrededores de Berlín, entre ellos uno de los más grandes en Staakener Feldstraße. En 1939 se inició la construcción de una urbanización para 8.000 trabajadores en la parte occidental de Spandau, pero el proyecto se interrumpió en 1942. Speer supervisó personalmente estas obras, que más tarde constituyeron uno de los elementos clave de su juicio en Nuremberg.
Problemas de construcción y fiasco del proyecto
Para preparar la construcción, Speer encargó pruebas de estabilidad del suelo, que demostraron que el suelo de Berlín no podía soportar una estructura tan masiva sin trabajos adicionales de estabilización. Para llevar a cabo las pruebas, se creó un bloque especial de hormigón pesado (Schwerbelastungskörper) para simular la presión del Gran Salón sobre el suelo. Resultó que el edificio se asentaría sobre el suelo, lo que puso en duda su viabilidad. Además, a Speer le preocupaba que la condensación del vapor de agua procedente de la respiración de miles de personas pudiera provocar lluvia en el interior del edificio. Ya había ocurrido un problema similar en el Zeppelinfeld Hall de Nuremberg, que sirvió de advertencia a los arquitectos.

El Gran Salón de Berlín en la actualidad
Hitler afirmó que el edificio duraría 10.000 años, pero sus locas ambiciones chocaron brutalmente con la realidad. El proyecto del Gran Salón nunca llegó a realizarse. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, se abandonaron los planes de Germania, y el terreno en el que debía erigirse el pabellón está hoy ocupado por un complejo de edificios gubernamentales y el Spreebogenpark. El único vestigio de los planes de construcción es la mencionada Schwerbelastungskörper, que sigue existiendo hoy en día como testimonio de las gigantescas ambiciones del Tercer Reich y es una atracción turística de Berlín.
Fuente: veikkos-archiv.com, visitberlin.de
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