En el número 11 de la calle Podskarbinska, en el distrito Praga-Południe de Varsovia, se alza un edificio discreto y muy descuidado. Las ventanas tapiadas, la fachada desconchada cubierta de bohomazes y los alrededores dan al edificio una impresión deprimente y negativa. Sin embargo, los varsovianos de más edad saben que el edificio esconde un pedazo de historia. Este edificio es el antiguo pabellón deportivo del Club Deportivo «Orzeł», diseñado entre 1938 y 1939 por dos posteriores gigantes de la arquitectura polaca: Maciej Nowicki (codiseñador del edificio de la ONU en Nueva York) y Zbigniew Karpiński.
Modernidad en los suburbios de la capital
El pabellón de hormigón armado se terminó justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Fue un edificio innovador tanto en su construcción como en su funcionalidad. La cubierta cilíndrica de hormigón, basada en formas curvilíneas, fue un audaz experimento de ingeniería y estética. Se utilizaron columnas en los laterales del vestíbulo, entre las que se colocaron grandes ventanales para proporcionar iluminación natural al interior. El frontón del lado de la calle Podskarbinska llevaba la inscripción «ORZEŁ». Las instalaciones contaban, entre otras cosas, con una piscina de madera muy singular. El pabellón estaba destinado a servir a los jóvenes locales de las familias obreras de Grochów, a quienes el Club Deportivo «Orzeł» enseñaba disciplina, competición leal y comunidad.
Club Deportivo «Orzeł»
El club se fundó en 1922 y rápidamente se situó a la vanguardia de las organizaciones deportivas más importantes de la orilla derecha de Varsovia. Desde sus inicios, se centró en el trabajo con jóvenes de familias indigentes, ofreciéndoles formación en muchas disciplinas, como fútbol, atletismo, boxeo, esgrima y tenis. «El Águila era muy moderno para su época. A finales de los años 30 ya contaba con campo, pista de atletismo, canchas y salas de entrenamiento. El moderno pabellón de la calle Podskarbinska iba a completar esta infraestructura como edificio deportivo multifuncional, a la altura de las aspiraciones de la capital en aquella época. El estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939 interrumpió brutalmente el desarrollo del club y de las incipientes y modernas instalaciones. Las fuentes carecen de información detallada sobre el destino del pabellón durante la ocupación alemana, pero se sabe que no fue destruido. Después de la guerra, sin embargo, dejó de desempeñar su función original. Se transformó en imprenta y almacén de la Óptica Polaca.

Renacimiento y lento declive
La segunda vida del ruinoso y olvidado edificio llegó con 1972, cuando se construyó junto a él una pista de ciclismo diseñada por el ingeniero Janusz Kalbarczyk, la llamada Nueva Dinastía. Se trataba de un moderno complejo deportivo de primer orden. El pabellón del antiguo club se amplió ligeramente. Ganó un gimnasio, una enfermería y salas de club, y se conectó a la pista por un pasadizo subterráneo. En los años siguientes, la vida deportiva fue vibrante en este lugar, y el Eagle recuperó su estatus como uno de los centros deportivos más importantes de la zona. Sin embargo, el periodo de renovada prosperidad no duró mucho. La transformación política trajo consigo un cambio de prioridades, con el resultado de que la falta de recursos y de apoyo institucional provocó la degradación gradual del complejo. En la década de 1990, la sala funcionó como escuela de artes marciales, pero pronto fue abandonada. A partir de 1997 fue ocupada por personas sin hogar, lo que selló el triste destino del proyecto del arquitecto de fama mundial Maciej Nowicki. El edificio se alquiló entonces a la Iglesia Cristiana Palabra de Vida. En 2014, la sala fue inscrita en el registro de edificios históricos, pero esto no ha mejorado en nada su estado.
El pabellón deportivo Eagle y las esperanzas de futuro
Durante varios años se han alzado voces para que el pabellón deportivo de Podskarbinska y la pista de ciclismo en ruinas vuelvan a estar al servicio de los vecinos. En 2022 se puso en marcha una consulta pública iniciada por el movimiento La Ciudad es Nuestra y la iniciativa Nowe Dynasy. Su objetivo es crear una zona recreativa y deportiva abierta, verde y multifuncional que devuelva la vida a este lugar, en muchos sentidos valioso pero olvidado. La propuesta hace referencia a la historia del ciclismo y a las tradiciones del club «Águila». En la actualidad, las instalaciones son propiedad del gobierno local, concretamente del Centro Deportivo y Recreativo Praga-Południe. En el estadio vecino se celebran competiciones locales, actos recreativos y entrenamientos para jóvenes. Sin embargo, el pabellón Nowicki y Karpinski sigue esperando su oportunidad. Actualmente, el edificio se encuentra en mal estado de conservación, al igual que la pista de ciclismo. El Conservador Provincial de Monumentos de Mazovia anunció recientemente que este último se inscribiría en el registro de monumentos. Las autoridades del distrito han puesto fin a un antiguo litigio de propiedad con el club, lo que permite albergar esperanzas reales de que cambie la situación de los edificios históricos.
Fuente: Miasto Jest Nasz, Nowe Dynasy
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