El Restaurante del Pueblo en Poznań. Es un interior lleno de sorprendente sencillez y calidez

El restaurante Ludowa ha abierto recientemente en el número 27 de la calle Słowackiego de Poznań. Su interior se distingue por su forma frugal y bien pensada, y el autor de todo el proyecto es el propietario del establecimiento, conocido en el mundo gastronómico de Poznan como Rafael Anatol. El objetivo del restaurador era crear un espacio en el que la atención de los comensales se centrara en la comida, mientras que la disposición no distrajera de ella con pompa y decoración innecesarias.

El esquema cromático dominante del establecimiento se compone de tonos beige, arena y lino natural. Los manteles y las cortinas son de tela producida en una fábrica familiar polaca, una elección consciente de Anatol que prima la estética y el respeto por la artesanía. Aunque el nombre del establecimiento hace referencia a la cocina popular polaca, no se trata de asociaciones folclóricas ni de la estética de las cantinas de colores tal y como las conocemos desde principios de los años 2000. El concepto Ludowa se basa en presentar la cocina polaca de forma moderna y elegante, manteniendo el respeto por la tradición, pero sin ser literal.

Ludowa w Poznaniu

Uno de los elementos de diseño más importantes y llamativos es la lámpara de araña. El objeto se creó a partir de lámparas IKEA de plástico reciclado de hace años, incrustadas en yeso. La instalación pretende recordarnos el paso del tiempo y los objetos a los que se da una segunda vida y un nuevo significado. Es una interpretación de la belleza antigua de una manera fresca. Las mesas del restaurante están decoradas con verduras, que no son sólo decoración original, sino también ingredientes utilizados después en la cocina. De este modo, ningún producto se desperdicia y cada elemento presente en el interior tiene una función importante.

El ambiente del restaurante Ludowa se complementa con la música. De fondo resuenan viejas canciones polacas conocidas por todos, que no son tanto un fondo nostálgico como un elemento de construcción de la identidad y coherencia del local con su menú. Un toque inusual es el aseo totalmente revestido de espejos. Este tratamiento permite mirarse desde muchos lados y provoca un momento de reflexión. Este pequeño espacio sirve para recordar la presencia, el tiempo y las huellas que dejamos tanto en los lugares como en las relaciones o las experiencias culinarias.

fuente: materiales del restaurante Ludowa

fotos: Krzysztof Waszak/Estudio Waszak

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