W. Bulach, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

El viaducto de Millau (Francia): una de las obras de ingeniería más importantes del siglo XXI.

El Viaduc de Millau (en francés: Viaduc de Millau) es un puente viaducto de varios vanos que cruza el valle del río Tarn en el sur de Francia, en la región de Oxytania. La estructura del viaducto, terminado en 2004, alcanza los 343 metros de altura, superando incluso a la famosa Torre Eiffel. Este impresionante proyecto fue realizado por un equipo dirigido por el ingeniero francés Michel Virlogeux y el arquitecto británico Norman Foster y su oficina Foster and Partners. La estructura está considerada uno de los logros de ingeniería más importantes del siglo XXI.

Necesidad de la construcción e historia del proyecto

La idea del puente nació en los años 80, cuando los atascos en el valle del Tarn, sobre todo en verano, empezaron a plantear un grave problema en la ruta que une París y España. Las autoridades decidieron encontrar una solución para mejorar el tráfico y aliviar la presión sobre la ciudad de Millau. Tras años de análisis y consultas con arquitectos e ingenieros, en 1996 se decidió construir un puente colgante. Las obras comenzaron en diciembre de 2001 y sólo tres años después, el 14 de diciembre de 2004, se inauguró oficialmente el puente.

Diseño y tecnología inusuales

El viaducto de Millau tiene una longitud de 2.460 metros y consta de ocho vanos. Sus seis vanos centrales miden 342 metros cada uno, mientras que los dos vanos exteriores miden 204 metros cada uno. Está sostenido por siete enormes pilones, el más alto de los cuales se eleva hasta 245 metros, lo que lo convierte en la columna de puente más alta del mundo. Curiosamente, la empresa polaca PAECH Construction Enterprise se encargó de la fabricación e instalación de los pilares. El tablero de acero de la calzada pesa unas 36.000 toneladas y se izó sobre los pilares utilizando tecnología hidráulica avanzada.

W. Bulach, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons

Viaducto de Millau – coste y financiación

La construcción del puente costó unos 394 millones de euros. La inversión fue financiada por la empresa constructora privada Eiffage, a la que se otorgó una concesión para cobrar peaje hasta 2080 (o antes si el retorno de la inversión es más rápido). En la actualidad, el peaje para turismos ronda los 8,30 euros en temporada baja y los 10,40 euros en verano.

Retos medioambientales y técnicos

Hubo muchos retos, tanto técnicos como ecológicos, durante el proyecto. A los críticos les preocupaba que el puente afectara negativamente al paisaje del valle del Tarn y que los peajes excesivos disuadieran a los conductores de utilizar la nueva ruta. Al final, gracias a soluciones innovadoras, la estructura se diseñó para armonizar mejor con la naturaleza circundante. Además, el puente está vigilado por un sofisticado sistema de sensores que detectan hasta la más mínima desviación en la estructura, garantizando así su longevidad.

Scole01, Wikimedia Commons

Viaducto de Millau – archivos

El viaducto de Millau ha establecido impresionantes récords de ingeniería, convirtiéndose en uno de los puentes más altos del mundo con sus pilones que alcanzan los 343 metros de altura. También cuenta con los pilares más altos del mundo, el más alto de los cuales, el pilar P2, mide 245 metros. Además, su calzada, suspendida 270 metros sobre el valle del Tarn, es la más alta de Europa.

Importancia de la estructura

Desde su inauguración, el puente se ha convertido en un icono de la ingeniería moderna y una de las atracciones turísticas más importantes de Francia. Millones de vehículos pasan por él cada año y el número de turistas que admiran su notable estructura no deja de crecer. No es sólo una pieza clave de la infraestructura viaria, sino también un símbolo del poder de la mente humana y del progreso tecnológico.

Fuente: tourisme-aveyron.com, fosterandpartners.com

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