Las dos torres «danzantes» de Zaha Hadid se están construyendo en medio de una cuenca de oficinas por la que pasan 300.000 personas al día. La Torre C del complejo Shenzhen Bay Super Headquarters Base es en realidad dos rascacielos con un gran conector y un podio aún mayor en el que se han diseñado terrazas verdes. La base del rascacielos de 400 m de altura incluirá viviendas, un centro de transferencia, praderas e incluso humedales. Zaha Hadid Architects pretende crear un rascacielos futurista y autosuficiente utilizando sistemas fotovoltaicos y acuapónicos.
Ciudad de la gran águila
En los años 70, Shenzen era una ciudad mediana para los estándares chinos. Hoy es la tercera ciudad más grande del país y la población del área metropolitana de Shenzen ronda los 24 millones de habitantes. La ciudad tiene el cuarto puerto del mundo y el octavo centro financiero, y en términos de PIB la metrópoli está superando a la vecina Hong Kong. No es de extrañar que fuera en Shenzen donde los arquitectos de Zaha Hadid diseñaran un complejo de rascacielos tan futurista e innovador. Los bloques de edificios se asemejan a una pareja de bailarines congelados en movimiento.
La Torre C será parte integrante de la zona verde de la ciudad. Será posible pasear desde el cinturón verde de la ciudad hasta la plaza del rascacielos, que se convertirá en un punto concurrido del mapa de Shenzen. En la base del edificio habrá un centro de intercambio conectado a un amplio sistema de metro. Este tipo de ferrocarril urbano de Shenzen es el sexto sistema más grande del mundo, y hay que tener en cuenta que la primera de las dieciséis líneas de metro se entregó hace sólo veinte años.
Futurista
La ciudad vertical comienza con una plataforma de terrazas verdes cubiertas de exuberante vegetación. Las formas fluidas de las terrazas escalonadas quedarán cubiertas por un gran enlace que conectará las dos torres. El diseño de la fachada utiliza muros cortina para ayudar a aislar el edificio. Esta solución también mejorará la ventilación. Especialmente impresionantes son las nervaduras, que hacen que las secciones individuales de la fachada acristalada parezcan a la vez lisas y dentadas. Curiosamente, los diseñadores han indicado que quieren utilizar la mayor cantidad posible de material reciclado en la construcción del rascacielos.
Los avanzados sistemas de gestión de instalaciones permitirán que el rascacielos, que ofrece una superficie total de nada menos que 440.000 metros cuadrados, se gestione de forma autosuficiente y respetuosa con el medio ambiente. Estos sistemas pueden incluir los relacionados con el almacenamiento de agua, el reciclaje y la energía fotovoltaica. Con mucho, la solución más interesante y con más visión de futuro es un sistema acuapónico que funcione en todas las terrazas.
foto de Brick Visual
Peces, plantas y bacterias
La acuaponía consiste en crear un ciclo de relaciones entre peces, bacterias y plantas. Los sistemas acuapónicos clásicos se utilizan para producir alimentos como tomates o lechugas. Las plantas alimentan a los peces, cuyas heces son descompuestas por bacterias y gusanos. El abono producido en este proceso aporta nutrientes a las plantas. Los arquitectos de Zaha Hadid quieren utilizar este sistema para filtrar biológicamente las aguas residuales y reducir así la contaminación química. Aunque este método se conoce en su forma moderna desde los años 30, ahora está ganando popularidad, sobre todo entre las grandes urbanizaciones.
Está previsto que la construcción de la Torre C concluya en 2027, y además de las oficinas y los servicios catalogados, en su interior habrá espacio para un hotel, una galería y locales comerciales y de restauración. El complejo se convertirá en parte integrante de una gran metrópolis que no deja de superar su potencial de desarrollo. Las formas expresivas y fluidas son incluso el sello distintivo de los arquitectos de Zaha Hadid, lo que también se aprecia en el caso del rascacielos de Shenzen. Sin embargo, además del volumen danzante, en la Torre C deben apreciarse las avanzadas soluciones tecnológicas que sustentarán la autosuficiencia del gran complejo.
Fuente de la foto: Zaha Hadid Architects
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