Fue construida en Wola Justowska. La casa blanca tiene una fachada inusual, que remite vagamente a las construcciones modernistas. El edificio combina formas modernas con soluciones ecológicas y atención al detalle. Nadie pasará indiferente ante un edificio de semejante diseño.
Wola Justowska, considerado el equivalente cracoviano de Beverly Hills, es un enclave de elegancia y tranquilidad. Este antiguo pueblo suburbano ha ganado fama por su conveniente ubicación: está relativamente cerca del centro y rodeado de vegetación. Es aquí, rodeada de naturaleza, donde se construyó la Casa Blanca, símbolo de ideas modernas, mano de obra de precisión y armonía con el entorno.
Inspiración modernista
El futuro propietario se decidió por un pequeño terreno en la apartada calle Leona Chwistka, donde antes había un edificio de estilo tarima de finales de los 80. En lugar de dejar el viejo edificio, decidió demolerlo y utilizar los materiales recuperados para construir un edificio nuevo. Esta decisión no sólo encaja con la idea de sostenibilidad, sino que añade una dimensión histórica a la inversión. Además, el diseño de la antigua tarima y de otros dos edificios cercanos es obra del cracoviano Zbigniew Włodecki, un artista cuya villa modernista de 1972 se encuentra junto a la parcela y sirvió de referencia para el nuevo diseño.
El equipo de arquitectos del estudio UCEES se fijó el objetivo de crear un edificio con una forma distintiva que, aunque se distinguiera por su fuerte carácter, fuera capaz de coexistir armoniosamente con la arquitectura circundante. La inspiración vino de la obra de Leon Chwistek, especialmente de los cuadros «Ciudad I» y «Ciudad II». El proyecto buscaba la forma de una típica villa urbana: un edificio con tejado plano, compacto pero al mismo tiempo compuesto dinámicamente en una parcela limitada. El proceso de «sustracción con el cincel» de las sucesivas capas del cubo permitió que surgieran formas escultóricas: una planta superior reducida, conchas-lentes cóncavas, terrazas empotradas y detalles fresados con precisión. El resultado es un desarrollo que sorprende desde el primer contacto, al tiempo que suscita una reflexión más profunda sobre la forma y su relación con el entorno.
Elegancia minimalista
La superficie útil de la casa es de 490 m2, y su forma se ha trazado en un plano casi cuadrado, que reproduce casi exactamente el contorno de los cimientos del edificio anterior. El principal material de construcción es el hormigón. La fachada utiliza paneles GRC multidimensionales reforzados con fibra de vidrio, hechos de cemento blanco, que cubren la fachada hasta el tejado. El resultado es un cubo blanco uniforme en el que la forma, la textura y las combinaciones de elementos diseñados con precisión confieren al edificio una elegancia minimalista. Estos elementos -presentes tanto en los nichos como en las terrazas y en las soluciones de ventanaje exterior- sólo revelan todo su efecto desde una perspectiva cercana.
Casa blanca y espacio
El proyecto de la Casa Blanca no es sólo una manifestación de diseño moderno, sino también una respuesta a los retos medioambientales contemporáneos. Gracias al uso del material TioCem en la producción de los paneles GRC, el edificio contribuye activamente a la purificación del aire: el fotocatalizador elimina los óxidos de nitrógeno, una solución innovadora en viviendas unifamiliares. Además, la urbanización ha obtenido un beneficio medioambiental adicional al reciclar materiales procedentes de la demolición del edificio anterior y preservar la vegetación existente, lo que mejora el paisaje natural de la zona.
Los arquitectos se aseguraron de que el edificio creara una especie de diálogo con su entorno: una forma abierta en el lado del jardín, por un lado, y una expresión más cerrada y monolítica en el lado de la carretera de acceso, por otro. Las marquesinas salientes, los voladizos y la variada textura de las fachadas no sólo pretenden dar dinamismo al edificio, sino también minimizar el reflejo de la luz, lo que tiene un efecto positivo en la fauna local. De este modo, la Casa Blanca se convierte en un lugar donde modernidad, arte y ecología se dan la mano.
Diseño: UCEES
Autores del proyecto: arch. Marek Szpinda, arch. Piotr Uherek
Colaboración de los autores: arch. Gabriela Doroż
Superficie útil: 490 m2.
Capacidad cúbica: 2.660 m².
Finalización: 2024.
Contratista de la fachada GRC: KROE Sp. z o.o.
Fotos: Paweł Ulatowski
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