Su diseño fue elaborado por Bartosz Jarosz y Paweł Świerkowski, del estudio Neostudio Architekci. La casa se construyó al borde de un bosque en la región de Gran Polonia. El edificio se ha acristalado mucho para que sea posible observar la naturaleza que crece fuera de las ventanas durante todo el año.
Aquí se puede olvidar el ajetreo de la vida cotidiana y relajarse. Es una casa donde el tiempo se ralentiza y cada elemento acentúa la armonía con el bosque circundante. Se construyó para una familia de cuatro miembros que quería vivir con el hermoso paisaje al otro lado de la ventana. Situado de tal manera, el edificio permite la tranquilidad. da una sensación de intimidad, pero también recarga de energía positiva y motiva para los retos diarios.
La tarea de los arquitectos consistió en reconstruir y adaptar los interiores a las distintas necesidades de cada persona que pasa allí su tiempo. La intervención en su estructura se orientó a preservar las cualidades de su entorno.
Los objetivos más importantes eran medios de expresión ascéticos y tranquilos, materiales naturales y amables, mucha luz natural y contacto con la naturaleza. Una terraza central en un emplazamiento semiatmosférico introduce la naturaleza en el interior, impregnándolo de luz y tranquilidad. La limitada paleta de materiales y el sutil juego de texturas crean una atmósfera de tranquilidad y elegancia, describen los autores del proyecto.
Curiosamente, no se trata de un edificio completamente nuevo. La casa se creó como revitalización de un edificio existente. Sin embargo, se han introducido varios cambios para que la casa responda a las necesidades de los residentes.
Se modificó la disposición funcional de la planta baja, separando la parte central del plano bajo un semiatrio acristalado cerrado por tres lados. Esta solución permite llenar eficazmente de luz la parte profunda del edificio y centrar la atención de la zona habitable en el establecimiento de una terraza en el lado sur, a la que se tiene acceso desde los tres lados: desde el salón, la cocina y el comedor. La parte norte de la planta baja está formada por la comunicación vertical y la zona de dormitorio de los padres, mientras que los dormitorios de los niños se sitúan en la planta baja. En el sótano se encuentra una zona de descanso y un lavadero independiente.
Al trabajar en el proyecto, los arquitectos se centraron en una combinación armoniosa de colores apagados y texturas interesantes. Se prestó mucha atención al diseño de la iluminación, asegurándose de que fuera un complemento evidente de la luz natural y funcionara bien con ella. Otro elemento que une lo que hay alrededor de la casa con lo que hay dentro son los elementos verdes de las paredes con los que están acabados los dormitorios. También es atractiva la claraboya del techo del dormitorio principal.
Arquitectos: Neostudio Architects
Autores: Bartosz Jarosz, Paweł Świerkowski
Colaboración del autor: Tomasz Sołtysiak
Fotografías: Tom Kurek
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