Hala Rajska. Fot. Muzeum Miejskie „Dom Gerharta Hauptmanna” w Jeleniej Górze

Hala Rajska en Jelenia Góra. La habitación está decorada con inusuales policromías

En medio de los pintorescos paisajes de las montañas Krkonoše, al borde de la región de Jelenia Góra de Jagniątków, se encuentra una verdadera perla de la arquitectura y la cultura: la villa «Łąkowy Kamień». Fue aquí donde Gerhart Hauptmann encontró su refugio. Fue un destacado dramaturgo, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1912, y uno de los más importantes representantes del naturalismo alemán. Sus obras más importantes fueron creadas en esta extraordinaria residencia, que hoy alberga un museo dedicado, entre otras cosas, a su vida y obra. Entre las numerosas salas, una llama especialmente la atención. El Salón del Paraíso es una sala mágica que deleita desde el primer vistazo.

Villa de Hauptmann – castillo en una colina

Hauptmann empezó a construir la villa en 1900, poco después de comprar un terreno situado en una colina cubierta de hierbas y formaciones dispersas de rocas de granito. El arquitecto berlinés Hans Grisebach fue el responsable del diseño de la casa, con su característica torre, mezcla de estilos historicista y neorrenacentista. Al cabo de sólo un año, la monumental residencia estaba lista. La robusta pero elegante villa, cuyo nombre «Wiesenstein» (que significa «Piedra del prado») reflejaba a la perfección tanto su carácter como su ubicación única. Las ventanas y la terraza ofrecían una vista panorámica de los montes Krkonoše, un paisaje que inspiró la obra de Hauptmann en más de una ocasión.

Villa de Hauptmann. Autor de la foto: Marek W/photopolska.eu

La Sala Paraíso y su nacimiento

Aunque la villa en sí ya impresionaba por su grandeza desde el principio, la escalera no adquirió su imponente aspecto hasta 1922. Con motivo del 60 cumpleaños de Gerhart Hauptmann, su amigo y colaborador artístico, el pintor Johannes Maximilian Avenarius, se encargó de decorar el espacio del salón. Los trabajos de decoración de la espaciosa sala duraron ocho meses. Durante este tiempo, el artista cubrió las paredes y el techo con pinturas de diversos temas. Las pinturas policromadas representan motivos bíblicos y florales, personajes de la mitología y de las obras teatrales de Hauptmann, así como retratos de miembros de la familia, entre ellos la esposa del escritor, Margarethe Marschalk, y su hijo Benvenut. Así nació el Salón del Paraíso (Paradieshalle), un lugar que a día de hoy es la parte más fascinante de la antigua casa del escritor y uno de los interiores más bellos de Jelenia Góra. El diseño y la ejecución de las pinturas fueron probablemente financiados por Max Pinkus, un empresario judío de Prudnik y amigo devoto de Hauptmann.

Una atmósfera de otro mundo

El centro del Salón Paraíso está dominado por una enorme escalera de madera tallada que conduce al emporio. Sus peldaños, de color claro, están cubiertos por una alfombra de color rosa intenso, un detalle sorprendente, pero que encaja perfectamente con el ambiente teatral del interior. El suelo de la sala está cubierto de terracota en tonos marrones y azules, dispuesta en un mosaico geométrico. Además, bajo el emporio hay una llamativa chimenea. Aquí cada detalle parece haber sido pensado: desde las columnas y balaustradas ornamentadas hasta el sutil claroscuro que pintan los apliques y las vidrieras de las ventanas. El Salón Paraíso actúa sobre los sentidos como un portal a una realidad tejida con la imaginación. Escenas de un cuento de hadas cobran vida en vivos colores rojo, verde, amarillo y azul, llenando a la perfección todo el espacio hasta el techo. La bóveda de crucería, pintada de azul intenso e iluminada por el sutil resplandor de lámparas doradas, se asemeja a un cielo nocturno estrellado. Este efecto completa la magia del lugar y le da un aire casi místico.

Sala Paraíso. Foto: Museo Municipal «Casa Gerhart Hauptmann» de Jelenia Góra

Sala Paraíso: un lugar que habla

Gerhart Hauptmann llamaba a su villa «castillo de desafío y defensa» y «reconstrucción del alma». No es de extrañar: fue aquí, en el retiro del paisaje montañoso, donde se crearon sus obras más importantes. Gerhart Hauptmann murió el 6 de junio de 1946 en su casa de Jagniątków. La Sala Paraíso, aunque sirvió como sala representativa, fue mucho más que eso. Era un símbolo de transformación creativa y un espacio donde el mundo real se encontraba con el espiritual. Mirándolo desde la perspectiva actual con un ojo objetivo, técnica y compositivamente el cuadro que adorna la sala no es perfecto, pero los colores y el garbo de toda la policromía causan gran admiración entre los espectadores.

Un museo lleno de historia

Hoy en día, la Villa de Piedra del Prado sirve de Museo Municipal «Casa Gerhart Hauptmann» de Jelenia Góra. La misión de la institución no es sólo conmemorar la obra del Premio Nobel, sino también popularizar el patrimonio multicultural de la Baja Silesia. Las siete salas de exposición incluyen el estudio original del escritor, su biblioteca, comedor y numerosos documentos, cartas, primeras ediciones de sus obras, así como una moderna exposición multimedia. El museo está lleno de vida cultural y organiza conferencias, encuentros de autores, talleres y actos literarios y educativos.

Fuente: El Museo Municipal «Casa de Gerhart Hauptmann» de Jelenia Góra

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