Willa doktora Książka es un inmueble modernista situado en el número 16 de la calle Chopina de Tarnów. El edificio es un ejemplo único y excepcional del modernismo de posguerra. Con una superficie de 415 m2, el edificio se distingue por su estética innovadora, sus interiores únicos y su forma geométrica. El chalet, que también es residencia y consultorio médico con laboratorio de rayos X, fue diseñado por Wojciech Pietrzyk, arquitecto afincado en Cracovia.
La historia de la casa de Stanisław Książek comenzó en 1965, cuando compró un terreno para construir la propiedad, situada en el número 16 de la calle Chopina de Tarnów. Ya un año después, comenzaron las obras del proyecto. El arquitecto responsable de su realización fue Wojciech Pietrzyk, a quien Ksiazek conoció a través de su hermana. Pietrzyk ya había modernizado la casa de ella, lo que le valió el aprecio de Książek, que además conoció otros proyectos del arquitecto en Cracovia, como la iglesia del Arca del Señor en Nowa Huta, sobre la que escribimos AQUÍ. La colaboración comenzó con la visita de Pietrzyk a la parcela, donde discutieron juntos las visiones de la futura casa.
Foto: Christophoros43, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons
Desde el principio, Książek tuvo claros sus requisitos: la casa debía ser no sólo un espacio habitable, sino también un lugar de trabajo, combinando las funciones de vivienda y estudio de rayos X. El diseño inicial preveía que el estudio se ubicara en el espacio entre las columnas estructurales, pero el arquitecto municipal no estaba de acuerdo, pues consideraba que esto perturbaría la estética de la calle. En consecuencia, hubo que adaptar el diseño para cumplir los nuevos requisitos.
El trabajo de diseño llevó relativamente poco tiempo, pero la aprobación de los planos en el Departamento de Arquitectura se prolongó más de un año. Entre las preocupaciones de los funcionarios estaba la estabilidad de la estructura. Trabajar con Pietrzyk era muy exigente, ya que el arquitecto insistía en que se respetaran estrictamente su visión y sus planos. Todos los elementos, desde la estructura hasta el mobiliario, se creaban por encargo, lo que no permitía ningún cambio durante la construcción.
La construcción de la casa comenzó en 1967 y continuó hasta 1977, cuando tuvo lugar la aceptación oficial del edificio por parte del arquitecto de la ciudad. El interior tardó más de tres años en completarse, ya que cada detalle, incluido el mobiliario, fue diseñado por Pietrzyk. A pesar de las difíciles realidades políticas y económicas, fue posible obtener materiales de alta calidad, como alerce, sicomoro, peral y tilo, lo que fue posible gracias a la colaboración con un carpintero experimentado de Kalwaria.
El cuerpo de dos plantas de la villa de Tarnów, rematado por un tejado plano, se elevó considerablemente y se apoyó en altas columnas. Las fachadas del edificio están decoradas no sólo con una variedad de ventanas dispuestas en un patrón rítmico, sino también con dos impresionantes mosaicos abstractos creados en el conocido taller de Helena y Roman Husarski. El plafón de la arcada está rematado con tablas, y los alrededores de la casa se enriquecen con una valla baja cuidadosamente diseñada que conserva las ménsulas originales.
Andrzej Otrębski, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
Janusz Krzyżek, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons
Janusz Krzyżek, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons
El edificio se conserva aún hoy en su forma original. En el espacio de 6 habitaciones, un sótano y un garaje conectado al jardín, se diseñó un espacio habitable de carácter único. La villa del Dr. Książek destaca no sólo por la calidad de su mano de obra, sino también por el cuidado puesto en la elección de la decoración. Los detalles geométricos y ornamentales, como los motivos de hojas o los dibujos en espiral de los suelos, fueron idea exclusiva del arquitecto. La sala de rayos X se diseñó conforme a la normativa vigente, con paredes de barita y puertas revestidas de plomo.
A pesar del enfoque restrictivo de Pietrzyk, Książek se mostró muy satisfecho con el resultado. El médico subrayó que, aunque siempre se puede mejorar, él mismo no cambiaría nada de su casa. Para él, lo más importante era que el edificio cumpliera sus expectativas, independientemente de las opiniones de los demás.
El Dr. Stanisław Książek falleció en marzo de este año a la edad de 92 años. Hasta hace poco, se mantenía profesionalmente activo y cuidaba de su casa con esmero. Su última morada es el Cementerio Viejo de Tarnow. La finca del difunto radiólogo se ha puesto a la venta por 5,5 millones de zlotys, por debajo de su valor de mercado, que es de 7 millones. La familia que vende la casa subraya que está interesada en un comprador que respete el carácter único de esta obra maestra de la arquitectura.
Fuente: «Tarnów. 1000 años de modernidad», Ewa Łączyńska-Widz, Dawid Radziszewski, obra colectiva. Editor: Asociación de Pintores 40000, 2010, tarnow.net.pl
Fotos: Jan Smaga
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