fot. Bernard Spragg, flickr, CC 2.0

Iglesia de Arizona suspendida sobre un acantilado. Capilla de Sedona

La Capilla de la Santa Cruz de Sedona es un impresionante ejemplo de contextualismo en arquitectura. El pionero de esta tendencia fue el propio Frank Lloyd Wright y fue su alumno quien concibió el proyecto. Una capilla de hormigón sostenida por una cruz se incorporó a las hermosas rocas rojas de Arizona. El simbolismo y la estética hacen de la Capilla de la Santa Cruz un lugar de reflexión y tranquilidad.

Marguerite Brunswig Staude tuvo la idea de la capilla en los años 30. Se inspiró en las sólidas estructuras de los rascacielos de Nueva York, en particular el Empire State Building. La alumna de Wright se puso en contacto con el hijo del famoso arquitecto y comenzó los planes preliminares para la construcción en Budapest. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial frustró los planes de ambos y hubo que esperar hasta la década de 1950 para albergar nuevas esperanzas de construcción.

Staude contrató a August K. Strotz y Richard Hein para diseñar una capilla en su Arizona natal. Cabe señalar que la capilla quería construirse en terrenos del Bosque Nacional Coconino, lo que afortunadamente no resultó ser un obstáculo. Tras obtener permisos especiales de un senador del estado, comenzó la construcción. Se volaron más de 25 toneladas de roca que se alzaban sobre la pequeña ciudad de Sedona. La capilla se inauguró tras 18 meses de construcción, pero a día de hoy no se celebran en ella servicios religiosos regulares.

Iglesia sobre una roca

El principal material de construcción de la Capilla de la Santa Cruz es el hormigón de grano grueso. Su textura rugosa puede asemejarse a la de pequeñas piedras. La cruz de más de 27 m de largo que sostiene el edificio también tiene un significado simbólico. La iglesia también se basa figurativamente en la cruz, y una alegoría similar puede verse también en la base de la propia capilla, respaldada por rocas. Otro elemento importante de la fachada es el acristalamiento ahumado del lado del altar.

Una rampa de hormigón conduce a la plataforma sobre la que se asienta la capilla. El interior es visible incluso antes de entrar en la iglesia a través del muro acristalado. En el interior se ha mantenido el mismo acabado rugoso de las paredes y los suelos son de hormigón alisado con llana. El elemento de diseño más importante es la cruz de hierro con la estatua de Jesucristo situada justo detrás de la cruz más grande del exterior.

foto de dominio público

La capilla, incluidos el sótano, las sacristías y el confesionario, tiene capacidad para 150 personas. El edificio no parece muy grande, pero su monumentalismo radica más bien en su propia ubicación. El acantilado rojo es una enorme roca bajo la que se construyó la impresionante capilla. Las vistas desde las ventanas de la Capilla de la Santa Cruz resaltan el poder de la naturaleza y de la iglesia. Este efecto está relacionado sobre todo con el contextualismo del edificio.

Contexto clave

El contextualismo, o modernismo que se inscribe en su entorno, fue promovido principalmente por Colin Rowe. El arquitecto británico se oponía al universalismo del modernismo, que a menudo perturbaba sin concesiones el espacio natural. Rowe quería que los arquitectos crearan diseños que encajaran en un determinado contexto de la naturaleza. Uno de los proyectos contextualistas más destacados es Falling Water, de Frank Lloyd Wright, sobre el que puede leer AQUÍ.

Por último, cabe destacar el mensaje de la idea del autor para la Capilla de la Santa Cruz. Según Staude, la capilla es un lugar abierto a todos, para que Dios pueda entrar en la vida de todos. Este mensaje también queda inmortalizado por la inscripción sobre la entrada: «Paz a todos los que entran». Hoy en día, la capilla es una de las «Siete Maravillas de Arizona» creadas por el hombre.

Fuente: Chapel of the Holy Cross

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