Su diseño corrió a cargo de los arquitectos de TOUCH Architect. La confitería francesa Kitsch se encuentra en Tailandia. Se trata de un edificio exento cuya forma recuerda a la arquitectura Brutalista. El hormigón en bruto, el encofrado visto, los contornos… son algunas de las soluciones típicas de esta tendencia.
Para diseñar el edificio, los arquitectos se inspiraron en el nombre del local. Para ello, decidieron traducir la palabra «kitsch» al lenguaje de la arquitectura. El inversor es un gran aficionado a los bulldogs franceses, por eso aquí se puede ver al simpático perro en versión rosa. Los cruasanes franceses fueron otra inspiración. La forma de la pastelería recuerda a un cruasán, cuya forma no es perfecta.
El edificio se distingue por sus curvas rítmicas. En lugar de simetría, los arquitectos utilizaron diferentes escalas y una colocación mixta. Empezaron el diseño con un bloque perfectamente rectangular, que acabó volviéndose «imperfecto» al tallar los mencionados arcos en el primer nivel y arcos invertidos en el segundo.
El tratamiento con los arcos también se repitió en el interior. Los clientes de la pastelería están sentados en mesas con un gran arco de hormigón sobre sus cabezas. Para acentuar la singularidad del local, los arquitectos ocultaron finas tiras de luz a lo largo de todo el techo.
La confitería se construyó con hormigón imperfecto en su estructura. Es decir, se conservaron deliberadamente los desniveles creados en la superficie y el encofrado visible. La superficie útil total del local es de 360 m2.
TOUCH Architect, fundado en 2014 por los arquitectos Setthakarn Yangderm y Parpis Leelaniramol, es un estudio de diseño con sede en Bangkok. Ha pasado de ser un pequeño estudio a convertirse en una próspera empresa en la que sus fundadores trabajan con equipos de diseño, construcción y gestión.
diseño: TOUCH Architect
fotografía: Metipat Prommomate
fuente: v2com
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