El nuevo campus de la Academia de Música Feliks Nowowiejski de Bydgoszcz fue diseñado por plus3 architects. Tras varios años de construcción, el edificio ya está listo para abrir sus puertas. El edificio reúne en un solo complejo las funciones de la academia, hasta ahora dispersas, y cuenta con más de cien aulas, amplias instalaciones docentes, un estudio de grabación y cuatro salas de conciertos con soluciones acústicas y de ingeniería de alto nivel.
Una arquitectura inscrita en la historia del recinto
El campus se construyó en el emplazamiento de una antigua fábrica de ladrillos, que había permanecido sin uso durante años a pesar de su proximidad al centro de la ciudad. El proyecto transformó una parte olvidada de la ciudad en el cierre del eje del llamado Barrio de la Música, integrando la sala filarmónica, la escuela de música, el teatro y el rectorado de la universidad en una sola composición. El volumen horizontal del edificio, a pesar de superar los 160.000 metros cúbicos, se diseñó para que su escala armonizara con el entorno. En el lado del lago y el parque, el edificio conserva una línea de tejado baja; las partes administrativas y los dormitorios, que se retiran a mayor altura, suavizan las proporciones sobre el agua y crean un espacio con escala humana. En la orilla del lago se han creado un escenario al aire libre y plazas recreativas que integran el campus con el espacio verde público.
Materia y ritmo de la fachada
La fachada del campus es un dúo rítmico de vidrio y ladrillo. Los planos acristalados abren los interiores a las vistas del lago y el parque y dejan entrar la luz natural, mientras que las tiras verticales de cerámica y el ladrillo moldeado a mano en un tono gris claro introducen un elemento de tridimensionalidad. Los diseñadores hicieron referencia deliberadamente a la historia del lugar: la superficie de ladrillo es un homenaje simbólico a la antigua fábrica de ladrillos, y también tiene una función funcional como elemento difusor. La variación de la textura y la disposición de los ladrillos cocidos generan efectos de claroscuro y reflejos ondulantes, que el arquitecto identifica con vibraciones sonoras: la estética de la fachada se convierte así en un comentario directo sobre la función del edificio.
Perfección acústica y tecnología al servicio de la música
El campus tenía que conciliar la consolidación de funciones con la necesidad de garantizar los más altos estándares acústicos. Las cuatro salas de conciertos -sinfónica, ópera, cámara y órgano- se diseñaron según el principio de «caja en caja», que proporciona aislamiento acústico mediante la suspensión flexible de las «cajas» internas y el uso de paredes de tres capas, suelos flotantes y techos suspendidos. Las pesadas alfombras de goma y la lana mineral proporcionan una atenuación adicional, mientras que las puertas acústicas dobles y los sistemas de ventilación independientes para las salas de conciertos y de grabación eliminan la diafonía a través de los conductos de aire.
La ventilación se ha ajustado para reducir al mínimo el ruido: los conductos están equipados con silenciadores, cámaras de expansión y conductos flexibles, y el sistema de suministro de aire bajo los asientos del público funciona sin emitir ruidos audibles. En la sala del órgano, la bóveda de cuna de ladrillo y el suelo de roble contribuyen a una reverberación natural similar a la de la arquitectura sagrada, creando un espacio ideal para la interpretación del órgano.
El campus se ha diseñado de acuerdo con los principios de la construcción sostenible. Las instalaciones fotovoltaicas y el almacenamiento de energía, así como las bombas de calor geotérmicas, minimizan la necesidad de fuentes de energía externas, y en condiciones extremas el edificio sólo utiliza la red de calefacción urbana. Al prescindir por completo de la ventilación por gravedad y la apertura de ventanas, el microclima del edificio es estable: las unidades de tratamiento de aire con recuperación de calor garantizan una temperatura y humedad constantes, lo que es crucial para el estado de los instrumentos de madera y la comodidad de los cantantes. El aire acondicionado sólo se utiliza donde se genera un exceso de calor; la recuperación de energía de estos sistemas alimenta, entre otros, los garajes y los pasillos.
Academia de Música de Bydgoszcz. Nuevo capítulo
El campus de la calle Prof. Godziszewskiego 1 pone fin al periodo de dispersión y facilita la tarea de educar a los jóvenes músicos. Reunir todas las actividades bajo un mismo techo fomenta el intercambio interdepartamental, facilita la cooperación didáctica y mejora la calidad del aprendizaje y las condiciones de trabajo creativo. El proyecto ha contribuido a revitalizar una zona abandonada y ha reforzado la identidad del Barrio de la Música como centro cultural de Bydgoszcz.
proyecto: plus3 architekci
equipo: Katarzyna Głażewska, Krzysztof Bagiński, Grażyna Woźniak-Głażewska , Jadwiga Trzeciakowska , Patryk Rosiński, Katarzyna Najberg
fotografía: Adam Kujawski
fuente: material de prensa
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