Ha concluido la renovación del alzado norte de la casa de vecindad de Francuska 38, en Saska Kępa. El edificio está considerado uno de los ejemplos más interesantes del llamado Estilo 37, que en los últimos años de la Segunda República de Polonia combinaba el funcionalismo con elementos decorativos. La renovación de la fachada fue posible gracias al apoyo financiero de la ciudad.
El Estilo 37 se distinguía por las líneas onduladas de las fachadas y las características rejas de hierro forjado en las ventanas. El edificio de la calle Francuska 38 tiene además una fachada revestida de paneles de arenisca, lo que le añade una elegancia y un encanto únicos.
La asociación de viviendas lleva a cabo las obras de renovación por fases, ya que una renovación completa de todas las fachadas a la vez supera sus posibilidades financieras. La fachada delantera se renovó el año pasado, mientras que la fachada norte se renovó en 2025. Presenta una entrada acabada en piedra arenisca y una escalera con una característica ventana en forma de franja vertical, a menudo denominada «termómetro».
El revestimiento de arenisca tallada es uno de los elementos arquitectónicos más importantes de este edificio. Con el paso de las décadas, la piedra se ha manchado y cubierto con una capa de pátina negra. Durante la restauración, se limpió con el método de chorreado y se protegió aún más. Durante los trabajos también se descubrieron marcas de bala, que son un recuerdo de los tiempos de la guerra. En el pasado, se habían rellenado con cemento, lo que provocó manchas oscuras en la superficie. Algunas de ellas se neutralizaron en color, pero se dejaron marcas seleccionadas como testimonio de la historia.
El edificio fue diseñado por Jerzy Woyzbun, alumno de Bohdan Pniewski. Se terminó en 1939, justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Las inspiraciones de la obra de Pniewski son especialmente evidentes en el uso de la piedra arenisca, que recuerda a la casa del arquitecto en el número 27 de la avenida Na Skarpie. Las obras de acabado del edificio se realizaron ya durante la ocupación, por lo que cada fachada recibió un tipo de enlucido diferente.
Calle Francuska 38 antes y después de la renovación. Foto: Conservador de Monumentos de la Capital
En el lado de la calle del edificio se utilizó un enlucido tumado con divisiones que imitaba el revestimiento de piedra, mientras que los alzados laterales se acabaron con un enlucido texturado con mica. Aunque estaba muy deteriorado en algunos puntos, los conservadores decidieron mantener el revoco original y retocar únicamente los defectos. Resultó difícil conseguir una coincidencia de color exacta entre los fragmentos antiguos y los nuevos, pero la prioridad era proteger la sustancia original.
El coste de la renovación de la fachada norte, financiada en parte con una subvención municipal, ascendió a 49.673 zlotys.
Fuente: Ayuntamiento de Varsovia
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