La casa de verano contigua a la de la abuela Alicia es un proyecto único que combina los recuerdos de la infancia con la arquitectura moderna. La inversora, que también es diseñadora de interiores y, en privado, nieta de la Sra. Alicja, decidió volver a su tierra familiar y crear su propio espacio en la parcela vecina. El resultado es una casa de verano pequeña pero muy distintiva que rinde homenaje a la visión modernista de su abuela. Una bella arquitectura se encuentra aquí con una historia aún más bella. Aplausos para Natalia, aplausos para Alicia.
Una forma moderna inspirada en la tradición
El renombrado estudio de arquitectura Vostok, de Cracovia, es el responsable del proyecto. Los arquitectos propusieron un concepto de casa de campo ligera, de dos plantas, hecha de madera de alerce y con una superficie de 69 m². Lo más llamativo del volumen es el tejado curvado y el gran acristalamiento del salón, que abre el interior al pintoresco paisaje. El suelo ampliado del salón fluye a la perfección hacia la terraza, que amplía óptica y funcionalmente el espacio habitable.
Casa de verano junto a la abuela Alice – materiales y detalles locales
La casa de verano junto a la abuela Alice se construyó respetando el contexto local. Se utilizaron materiales naturales: alerce local y piedra de río de un arroyo cercano. La madera contrachapada clara chapada en arce americano aporta ligereza a los interiores, al tiempo que se corresponde en color con el tono rosado de la madera de alerce.
En el interior predomina la madera, tanto en la escalera de fresno como en los muebles de cocina hechos a medida y las balaustradas. Su carácter artesanal subraya la individualidad de la promoción y le da un toque artesanal único.
Ubicación y naturaleza cambiante
El bungalow se ha colocado en una colina para que domine los alrededores, como si fuera la casa de una abuela modernista de los años 60. Las ventanas, hábilmente colocadas, enmarcan las vistas del bosque, la pradera y las casas vecinas, lo que permite observar la naturaleza cambiante en cada estación. Es un espacio creado para la contemplación, la relajación y la búsqueda de la armonía con el entorno.
Un interior lleno de luz y calidez
El interior de la casa de campo es luminoso, cálido y moderno, pero no carente de carga emocional. La luz natural, la madera y las texturas hacen que el espacio sea acogedor a la vez que funcional durante todo el año. Es un oasis ideal de calma, cerca de la naturaleza y de la historia familiar.
Volver a las raíces de forma moderna
La casa de verano junto a la de la abuela Alice es algo más que arquitectura contemporánea. Es un viaje emocional al pasado y un intento de capturar el espíritu del lugar a través de medios de expresión modernos. El proyecto combina armoniosamente tradición y modernidad, respondiendo a la necesidad de volver a las raíces, de forma estética, consciente y respetuosa con la historia familiar.
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