Tiene 175 m2 y se construyó en Kociewie, en el norte de Polonia. La casa unifamiliar fue diseñada por arquitectos del estudio IFA Group. Es un edificio moderno con un tejado a dos aguas clásico y una fachada de madera que establece una conexión visual con los árboles que crecen cerca. El interior de la casa es un homenaje al minimalismo. En él, los arquitectos han combinado hábilmente el hormigón en bruto con elementos de madera y diseño moderno.
Construida en el norte de Polonia, la casa casi se funde con la naturaleza que la rodea. En el vecindario ya hay otros edificios con tejados a dos aguas, por lo que, al diseñar la casa, los arquitectos no buscaron una forma que llamara demasiado la atención, sino que utilizaron soluciones clásicas. La casa está situada en una parcela de 8.000 metros cuadrados, y el propietario podría haber construido un edificio mucho mayor, pero decidió realizar una forma más modesta que quedara bien en el paisaje.
Curiosamente, el edificio está cimentado sobre pilotes de 10 m de longitud y en la fachada se ha utilizado tabla de demolición local procedente de un antiguo granero.
La parcela, en el antiguo lecho del lago, está rebajada 2,5 m respecto al nivel de la carretera. Esta condición determinó las principales consideraciones conceptuales. Este hundimiento del solar no sólo minimiza el perfil visual del edificio, sino que preserva el carácter natural de la zona. Conduciendo por la carretera, sólo vemos una parte del edificio como un pequeño bungalow con tejado a dos aguas. Y el resto es un tejado plano, que sobresale 1,4 m por encima del terreno, como continuación de la línea de la valla.
El edificio se ha abrazado al muro de la carretera para no dañar la parcela. El muro de contención utilizado tiene una función adicional: calienta el edificio, describen los autores del proyecto.
La forma inteligente ha separado dos espacios de terraza: la terraza occidental y la oriental. La occidental está oculta tras un seto y ofrece vistas al bosque, creando un santuario de tranquilidad. La terraza oriental, en cambio, está situada junto al lago, de modo que los residentes pueden observar la superficie del agua todos los días.
La casa se distingue por su ingenioso diseño interior, muy acristalado. Las ventanas del dormitorio tienen la forma de las soluciones tradicionales de la región. El resto de la casa está formado por grandes cristales que permiten una visión clara y un contacto constante entre los residentes y su entorno. Las ventanas están colocadas para enmarcar atractivas vistas desde todas las habitaciones.
El interior de la casa se complementa con muebles de madera contrachapada natural, diseñados a medida, y un suelo beige claro en tonos de amarillo suave. En el proceso de vertido del hormigón, se esparcieron a mano guijarros negros para evocar los colores de las turberas cercanas, creando un intrigante contraste entre crudeza y acogimiento.
Mueve el deslizador:
Diseñada de este modo, la casa no sólo respeta el carácter del paisaje de Kociew, sino que también se involucra sutilmente en su historia. Oculta a la vista de los transeúntes, sólo se revela a quienes están dispuestos a detenerse y escuchar el susurro de la hierba junto al lago.
proyecto: IFAgroup
equipo: Kamil Domachowski, Karolina Wood-Domachowska, Maciej Busch, Adrianna Jemioł, Jakub Brzuchański, Julia Selimova
fotografía: Kroniki.studio, Polonia por Locals (Sebastian Małaszczyk)
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