Villa Luce es una casa señorial diseñada para proporcionar a sus propietarios un lugar donde vivir en constante armonía con la naturaleza. La villa se construyó cerca de Quebec (Canadá) y fue diseñada por los arquitectos de MXMA Architecture & Design. Es un edificio lujoso con muchos elementos arquitectónicos costosos.
La residencia se construyó en las colinas de La Malbaie para una familia que deseaba escapar del ajetreo de la gran ciudad. La propietaria soñaba con un refugio cálido donde poder redescubrir la naturaleza y disfrutar de paseos junto al río. Encontró el terreno ideal en el pueblo de Cap-à-l’Aigle, a pocos kilómetros de La Malbaie. Es una región pintoresca densamente cubierta de bosques. La forma de la parcela proporciona una insolación óptima y vistas al río San Lorenzo. Otra ventaja era la existencia de una carretera de acceso, lo que no es algo tan obvio en las condiciones del vasto Canadá.
Los arquitectos reconocen que construir una casa en la parcela implicaba talar varios árboles, pero intentaron que la tala fuera mínima para que la casa pudiera estar junto al bosque y la naturaleza penetrara en su interior.
Para llegar a la casa hay que cruzar un sendero de varias decenas de metros. La pasarela se ha trazado entre los árboles y caminar por ella da una sensación de tranquilidad.
La villa tiene dos niveles. En la planta baja, el carácter natural del edificio se ve acentuado por dos muros de piedra que parecen emerger del suelo. Los planos, decorados con madera, aparecen aquí como plataformas de comunicación entre las habitaciones. La primera planta está más acristalada, lo que permite la entrada de luz natural. Para el tejado, los arquitectos optaron por una forma tradicional a dos aguas.
Al diseñar el edificio, la luz desempeñó un papel fundamental. La casa se orientó según un eje este-oeste y se dispuso de modo que el acristalamiento se beneficiara del recorrido diario del sol. Los espacios comunes se situaron en la primera planta para aprovechar al máximo las vistas panorámicas durante todo el día. Bañados por la luz natural, estos espacios tienen grandes ventanales optimizados para maximizar las ganancias solares pasivas en invierno, reduciendo la necesidad de calefacción. En verano, los amplios aleros del tejado reducen la exposición al sol.
A ambos lados de la casa se han construido dos grandes terrazas. Son una extensión de la zona habitable y acercan a los habitantes a la naturaleza. La vista de la vegetación no queda oscurecida por las balaustradas de cristal que se han fijado en el suelo.
Al llevar la zona de estar al piso superior, las zonas privadas con dormitorios se diseñaron en la planta baja. Los propietarios soñaban con tener una gran bañera en el dormitorio principal. Permite relajarse con vistas al bosque. La bañera se empotró hábilmente en el suelo, lo que realza el efecto minimalista. En total, la superficie de toda la casa es de 288 metros cuadrados.
fotos: Nanne Springer
diseño: MXMA Architecture & Design
fuente: v2com
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