Diseñar un edificio o un interior para uno mismo es siempre todo un reto para un arquitecto. Esta casa para uno mismo fue diseñada por Jakub Pawlak, de Unicorn Architecture. Tiene una forma sencilla y tardó solo dos meses en construirse.
El arquitecto optó por una casa en la que penetra el bosque, no como elemento decorativo, sino como parte integrante del espacio. La forma del edificio es sencilla y transparente, para que la naturaleza pueda penetrar desde todas las direcciones. Desde el principio, el diseño tuvo en cuenta el carácter económico de la urbanización y la disposición para futuras ampliaciones, de modo que la casa pueda crecer con las necesidades de los habitantes.
La utilización de elementos prefabricados de entramado de madera permitió terminar la obra en sólo sesenta días. Al evitar la albañilería tradicional y las obras húmedas, el calendario se aceleró considerablemente, reduciendo el riesgo de retrasos y garantizando un acabado interior sin problemas ni tiempos de inactividad innecesarios.
La tecnología de entramado de madera como clave de la flexibilidad
La estructura de madera combina ligereza con una estabilidad excepcional, y su construcción ofrece libertad para realizar modificaciones tras la ocupación. Los tabiques pueden desplazarse o retirarse para adaptar la distribución a las necesidades cambiantes. Tanto las instalaciones como los acabados interiores se secan más rápidamente, lo que contribuye a una reducción global del tiempo de trabajo.
En el interior predomina la madera, la ventilación natural y el abundante acristalamiento. Como resultado, el microclima interior es saludable durante todo el año y los residentes pueden disfrutar de vistas verdes desde todas las habitaciones. Los bajos costes de construcción -comparables al precio de dos pisos en el centro de la ciudad- van de la mano de un alto nivel de vida y una sensación de cercanía a la naturaleza circundante.
La terraza como prolongación del salón
En la terraza casi desaparece la frontera entre el interior y el bosque. El suelo de madera conecta a la perfección el espacio vital con el exterior, y las puertas correderas crean el efecto de una sala de estar ampliada. Por las tardes, cuando el verde del bosque se torna crepuscular, la terraza se convierte en una extensión natural de la zona de relax.
En una superficie de 84 m2, el arquitecto acomodó una zona de estar abierta con una cocina claramente separada, dos dormitorios, un práctico cuarto de baño y espacio de almacenamiento hábilmente escondido bajo la escalera. El interior recuerda al camarote de un yate: cada centímetro está bien pensado, y al mismo tiempo hay una ligereza y amplitud visual que dan la impresión de un espacio mayor.
Preparado para el futuro
La posibilidad de añadir un primer piso ya estaba prevista en la fase de planificación. Basta con reforzar los cimientos y elevar los muros exteriores para crear una planta adicional. De este modo, la casa «crece» con la familia y la inversión sigue siendo válida durante muchos años, sin necesidad de costosas reconstrucciones. El resultado es una casa que funciona: sencilla en la forma, rentable en la ejecución, abierta al bosque y flexible en la adaptación. Rápida de construir y lista para convertirse en un refugio durante años, combina el respeto por el lugar con soluciones prácticas que facilitan la vida cotidiana.
diseño: Unicorn Architecture(http://www.unicornarchitecture.com.pl)
fotos: Piotr Krajewski(https://pkrajewski.pl)
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