Es uno de los más grandes de la Expo en curso. El Pabellón de Francia en la Expo de Osaka (Japón) es un intento de combinar la arquitectura moderna con la historia y el patrimonio. Las esculturas instaladas en el exterior no anuncian lo que ocurre en el interior. En el interior, un espectáculo de luz y sonido muestra el patrimonio francés y una visión innovadora de la relación entre el hombre, la tecnología y la naturaleza. El Pabellón de Francia en la Expo ha sido diseñado por los arquitectos del estudio GSM Project, y las instalaciones interiores son obra de la artista Justine Emard.
El proyecto «Pulsaciones» que llena el interior del pabellón francés es el resultado de un ambicioso proceso creativo de dos años en el que se han dado cita visiones estilísticas y conocimientos escenográficos. GSM Project y Justine Emard, cuyas obras de arte han adornado exposiciones en todo el mundo, crearon una narrativa que transporta al espectador a un mundo de energía palpitante. La inspiración surgió de la leyenda japonesa Akai Ito, o «hilo rojo del destino», que habla de un nudo invisible que conecta las historias de las personas. Como resultado, el proyecto adquirió tres motivos clave -un hilo rojo, una mano y un corazón palpitante- que juntos forman una metáfora del vínculo irrompible que conecta a todos los participantes en este extraordinario espectáculo audiovisual.
Pulsaciones: un ritmo que conecta espacios
El elemento central del proyecto es el motivo de las pulsaciones, que se identifica tanto con el latido biológico del corazón como con el ritmo musical que sincroniza los distintos espacios de la exposición. Desde el momento en que los visitantes entran en el pabellón, se ven inmersos en una corriente continua de sonidos, imágenes y movimiento que les lleva a través de los espacios cuidadosamente diseñados. En un diseño ambicioso, sonido, luz y visuales se han armonizado para crear una melodía unificada que es una metáfora del ritmo colectivo de la vida, la energía de la naturaleza y la creatividad palpitante. Un elemento clave de esta cohesión es la banda sonora maestra sincronizada, desarrollada por el equipo del IRCAM, que acompaña cada etapa del recorrido del pabellón.
Una experiencia multisensorial
«Pulsaciones – un himno de amor» no es sólo una interpretación moderna del sonido y la imagen, sino también el encuentro de dos mundos: el pasado y el presente. La exposición combina con éxito elementos patrimoniales, como las esculturas de Rodin o artefactos salvados durante incendios catastróficos (como fragmentos de Notre-Dame), con modernas instalaciones digitales.
La visión artística de Justine Emard encaja perfectamente con la idea de enfatizar los valores universales: el amor, la unidad y la conexión permanente entre culturas. La última parte de la exposición, titulada «A través del archipiélago, la gran pulsación», crea un espectáculo multimedia con tres islas conceptuales que simbolizan los lazos culturales y naturales entre Francia y Japón. Esta parte de la exposición construye una narrativa que combina recuerdos históricos con una visión de futuro, mostrando cómo ambas culturas enfocan la preservación del patrimonio y la biodiversidad.
El pabellón francés también ejemplifica los logros de las empresas allí presentes. En él se exponen marcas como Louis Vuitton, Axa, Ninapharm, Vins d’Alsace y Dior. El día de la inauguración de la Expo, el pabellón fue asediado por visitantes que querían verlo. Los franceses informan de que pueden acoger hasta 2.500 personas por hora, y aspiran a recibir un total de tres millones de visitantes a lo largo de los seis meses de duración de la Exposición Universal.
proyecto: PROYECTO GSM
fotos: Julien Lanoo, Justine Emard
fuente: v2com
Lea también: Francia | Cultura | Arte | Destacados | whiteMAD en Instagram
