Es un ejemplo de sencillez y minimalismo en el diseño. El pequeño piso de Gdynia fue diseñado por Maria Lutko-Adamska en colaboración con Katarzyna Kapturska. El luminoso espacio se decoró con accesorios expresivos y coloristas que rompen el carácter apagado del interior.
El piso está situado en un edificio nuevo de Plac Unii, en Gdynia. Su diseño pretende remitir a la tradición del modernismo de Gdynia. Prueba de ello son las fachadas blancas, el minimalismo, las curvas, la sencillez y la ligereza. Al diseñar el espacio, el arquitecto tuvo una tarea difícil. El piso se compró para alquilarlo, por lo que su interior debe atraer al mayor número de personas posible.
La superficie total del local es de 42 metros cuadrados. Al diseñar el interior, no se cambió la distribución funcional. El piso consta de un salón comunicado con la cocina, un dormitorio y un cuarto de baño.
Elegimos una base de materiales ligeros como punto de partida del diseño y dos colores llamativos, el cobalto y el naranja, que se repiten constantemente en los accesorios y los muebles exentos, dicen los diseñadores.
Los autores se abstuvieron conscientemente de crear el típico mueble rtv y colgar el televisor en la pared. Con ello se pretende animar a los inquilinos a disfrutar del momento de estar en Gdynia. Un cuadro abstracto de Jagoda Iwaszkiewicz dio paso a la pared. Sus acentos de color dan coherencia cromática al interior. Justo al lado hay una alfombra redonda de color cobalto y un sillón redondo Bolo de Fogia.
La cocina es pequeña pero muy funcional. Una mesa con tablero redondo, en la que se han colocado taburetes de color cobalto, permite comer todos juntos. Los accesorios vintage completan el look, con un llamativo “jarrón-bufanda” en naranja, una serax cerakmika sobre una estantería abierta y un plato diseñado por Michał Majchrowicz.
El dormitorio permite dormir cómodamente. Los diseñadores propusieron una combinación de colores beige y blanco. Debido a la naturaleza y la finalidad del piso, el espacio de almacenamiento se redujo al mínimo. Un sencillo armario empotrado con tiradores redondos de metal fue la solución óptima.
Sobre la cama cuelga un pequeño cuadro de la serie “El último día del verano”, de la pintora Iwona Kobryń. Una manta gráfica diseñada por Noemie Cedille para Slowdown Studio aporta un toque de color adicional. Lasilla independiente Chippensteel de Oskar Zięta funciona como una escultura utilitaria portátil, describen los diseñadores.
También han optado por una estética universal a la hora de diseñar el cuarto de baño. El cuarto de baño se distingue por sus colores apagados. Las baldosas de terrazo del suelo y los azulejos en forma de ladrillo 41zero42 brillan en gradaciones de blanco y se complementan a la perfección. Los elementos de cerámica blanca y los empotrados también son minimalistas. El único elemento decorativo es el taburete Plopp de Oskar Zięta.
diseño: Maria Lutko-Adamska
colaboración: Katarzyna Kapturska
fotografía: Martyna Jabłońska-Makowska – Martyna Soul Studio(https://martynasoulstudio.com)
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