El rascacielos Ponte City pretendía ser un soplo de lujo y el centro de la vida de los ricos de Johannesburgo. Estaba dotado de todas las comodidades para ganarse ese estatus. Lo disfrutó durante sólo 20 años, para convertirse más tarde en un lugar rechazado. Hoy vuelve a gozar de buena reputación tras años de ruina y decadencia
El rascacielos Ponte City fue diseñado en estilo brutalista por Rodney Grosskopff, Manfred Hermer y Manni Feldman. Mide 173 metros de altura y tiene más de 450 pisos en 54 plantas. Es el rascacielos residencial más alto no sólo de Sudáfrica, sino de toda África
Geoffrey Hancock, CC BY-SA 2.0, vía Wikimedia Commons
La estructura se construyó en 1975. Tiene forma cilíndrica y el centro abierto del edificio, denominado «núcleo», permite que entre más luz en los pisos. En aquella época era un símbolo de lujo y todo el mundo quería vivir en esta dirección. En su interior se diseñaron una piscina, un aparcamiento de siete plantas, una zona comercial e incluso una pista de esquí artificial. Los pisos estaban revestidos con alfombras y baldosas de moda y las terrazas tenían jacuzzis. Desde las ventanas había unas vistas impresionantes de Johannesburgo. La mayoría de sus residentes eran extranjeros
En la década de 1990, tras la abolición del apartheid, algunos de los residentes del edificio abandonaron Sudáfrica. Muchas bandas se instalaron entonces en el rascacielos, lo que hizo muy peligroso vivir allí. Ponte City se convirtió en un símbolo de delincuencia y decadencia en el barrio de Hillbrow. El núcleo se llenó de basura a cinco pisos de altura, ya que los inquilinos arrojaban desperdicios y restos de comida por las ventanas. A mediados de los noventa se propuso convertir el edificio en una prisión vigilada
En 1999, el edificio pasó a ser gestionado de nuevo para mejorar la seguridad y realizar reparaciones estándar. Dos años más tarde, se produjeron más cambios, como el endurecimiento de las normas para alquilar pisos en Ponte City. Con el tiempo, piso a piso, el edificio consiguió recuperar su brillo. Se retiró el enorme montón de basura, se repararon los ascensores y se renovaron casi todos los pisos y el espacio útil, y la gente volvió a interesarse por alquilar pisos. En el edificio se ha reactivado la zona comercial, se ha abierto un salón de actos y un centro comunitario. En la azotea se creó un jardín comunitario
Hoy, Ponte City está habitado principalmente por familias de clase media y estudiantes. Sigue habiendo estrictas normas de admisión
Fuente: podroze.onet.pl
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