En la pintoresca localidad de Conwy, en la costa norte de Gales, se alza Quay House, conocida como la casa más pequeña del Reino Unido. Este distintivo inmueble pintado de rojo sólo mide 3,05 metros de largo y 1,8 metros de ancho, lo que lo convierte en uno de los monumentos más originales del país. Con su encantadora sencillez y su estatus turístico único, Quay House atrae a numerosos visitantes que desean ver este famoso lugar por sí mismos.
Quay House se construyó en el siglo XVI y cumplió una función residencial durante cientos de años. El edificio se erigió en un pequeño hueco entre dos hileras de casas de muelle, justo fuera de las murallas de la ciudad. En una época de escasez de viviendas en Conwy, un constructor emprendedor se dio cuenta de que, puesto que las paredes laterales y la parte trasera ya estaban colocadas, sólo se necesitaban la pared frontal y el tejado para crear otra casa. Así se creó la casa más pequeña de Gran Bretaña.
El edificio a principios del siglo XX. Foto: Geograph Britain and Ireland
Su último ocupante fue el pescador Robert Jones. Finalmente, en 1900, el ayuntamiento declaró la casa inhabitable, obligando a Robert a mudarse. Poco después, el edificio fue renovado y convertido en una atracción turística, que aún puede visitarse.
Suicasmo, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
La casa sigue siendo propiedad de los descendientes de Robert Jones y su historia ha sido confirmada por el Libro Guinness de los Récords, que en la década de 1920 reconoció oficialmente a Quay House como la casa más pequeña de Gran Bretaña. La propiedad mide sólo 3,05 metros de largo y 1,8 metros de ancho. A pesar de su reducido tamaño, la propiedad tiene dos plantas. En la planta baja hay un salón con chimenea y una pequeña zona de cocina, mientras que en el primer piso hay un dormitorio con una alcoba para guardar cosas. Debido a la delicada naturaleza de la estructura, la primera planta no está abierta al público, pero puede verse subiendo una escalera.
Raintheone, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons
La casa más pequeña de Gran Bretaña está abierta a los visitantes de primavera a otoño. En la entrada suele haber un guía vestido con el traje tradicional galés que habla de la historia de la casa y sus antiguos habitantes. En el interior hay una breve exposición donde se puede aprender más sobre la vida pasada en este edificio único.
Fuente: thesmallesthouse.co.uk
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