La renovación de una villa en Praga es un proyecto que ilustra perfectamente cómo historia y modernidad pueden combinarse armoniosamente, adaptando la arquitectura tradicional a las exigencias contemporáneas. Los inversores, que llevaban años buscando la casa perfecta, encontraron por fin una propiedad adecuada que, sin embargo, requería una amplia remodelación para satisfacer sus expectativas.
La casa, reformada por primera vez en los años noventa, no satisfacía las necesidades actuales de los inversores ni en la distribución de las habitaciones ni en el propio diseño interior, a pesar de las reformas anteriores. Trabajando con arquitectos y diseñadores experimentados, fue posible transformarla en una residencia única de 560 m², conservando su carácter histórico.
La remodelación incluyó tanto la fachada de la villa como sus alrededores, así como casi todas las plantas del edificio, a excepción del ático. El mayor reto fue adaptar los interiores a las necesidades modernas de los residentes, que habían vivido mucho tiempo en el extranjero y tenían ideas muy concretas sobre la decoración. Querían que el interior combinara el carácter histórico con elementos modernos. Como parte de la modernización, también decidieron ampliar el garaje, que ahora ofrece dos plazas de aparcamiento, lo que era importante para los nuevos propietarios.
Se ha cuidado hasta el último detalle: se han conservado elementos históricos como los suelos y las ventanas clásicas, pero se han mejorado con añadidos modernos que se adaptan al estilo de vida contemporáneo. Los interiores se caracterizan por colores apagados, principalmente en blanco y negro. Se complementan con superficies de madera y algunos acentos más fuertes, como una campana dorada o una obra de arte. La mayor parte del mobiliario es de formas contemporáneas, pero también hay lugar para los clásicos o las referencias al pasado. Esta combinación de tradición y modernidad ha creado un interior elegante, funcional y confortable a la vez.
La renovación de una villa en Praga es un excelente ejemplo de cómo se pueden renovar edificios históricos, conservando su espíritu pero introduciendo al mismo tiempo soluciones modernas. Es un proyecto que demuestra que el pasado y el futuro pueden coexistir armoniosamente, creando un espacio ideal para vivir.
Estudio de arquitectura: NEW HOW architects
Ubicación: Střešovice, Praga, República Checa
Año: 2022
Superficie: 560 m2
Fotografía: Estudio Petr Polák
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