Los Świdermajers no son solo edificios: son las historias que se esconden tras las verandas ornamentadas, los detalles tallados y el cuidado de sus propietarios. A partir del 15 de junio, los amantes de la arquitectura y la historia tendrán una oportunidad única de ver estas perlas históricas con sus propios ojos durante la tercera edición de las «Jornadas de Puertas Abiertas» organizadas por la Asociación Świdermajerowie.
Tesoros de la arquitectura forestal
Es imposible resistirse al encanto de los edificios que se erigieron a principios de los siglos XIX y XX y que son testimonio del esplendor veraniego de aquellos tiempos. Las villas de madera, magníficamente decoradas, que en su día fueron residencias de familias adineradas, han sobrevivido a una historia turbulenta: desde la destrucción de la guerra hasta el periodo de la República Popular de Polonia, durante el cual muchas de ellas fueron descuidadas o desmanteladas sistemáticamente. Hoy, sin embargo, se recuerda a los entusiastas de la historia y la arquitectura el valor que tienen estos edificios, que se consideran «un tesoro más preciado que el oro». Cada una de las casas visitadas tiene su propio carácter -tienen sus propios nombres, por ejemplo Hanka, Gustawówka o Nadzieja- y sus propietarios, a menudo amantes de las tradiciones y la historia familiar, abren las puertas de sus espacios privados, invitando a los huéspedes a un mundo lleno de recuerdos y al calor de un hogar familiar.
Un diálogo entre generaciones
Durante la visita, no solo se pueden admirar los detalles arquitectónicos, sino también escuchar las historias, a veces fascinantes, sobre los procesos de renovación, el cuidado de los ornamentos originales y los retos que plantea el mantenimiento de las residencias históricas. Hanna Łubieńska, de la Asociación Świdermajerowie de Propietarios, Residentes y Amantes de las Casas de Madera de la Línea Otwock, subraya que los participantes en la visita tienen la oportunidad de conocer la perspectiva de los residentes, ver el potencial de restauración de los edificios históricos e incluso hacer nacer el sueño de su propia «Świdermajer». Es esta autenticidad, que combina la historia con la vida cotidiana, lo que convierte la visita en una experiencia única.
En la edición de este año, se ha preparado una ruta que llevará a los participantes a siete de los edificios más interesantes situados en Otwock y Józefów. Gracias a los horarios cuidadosamente fijados de llegada a las direcciones específicas, los turistas tendrán la oportunidad de conocer en detalle la historia de cada casa. Durante la ronda turística están previstas visitas, entre otras, a las siguientes:
- Casa del Pueblo (calle Nowowiejska 25, Józefów) de 10:00 a 11:00 horas,
- Villa Hanka (calle Wyszyńskiego 68, Józefów) (de 11:30 a 12:30),
- Villa Gustawówka (ul. Grzybowa 1, Otwock) (12:30-14:00),
- Villa Nadzieja (calle Jana Pawła II 48, Otwock) (14:00-15:00),
- Willa Darusinek (ul. Majowa 52, Otwock) (15:00-16:00),
- Gingerbread House (calle Ostrowska 4, Otwock) (16:00-17:00),
- Reymontówka (ul. Reymonta 29, Otwock) (17:00-18:00).
Al final del día, los participantes serán agasajados con el broche final del 11º Festival Świdermajer, que tendrá lugar bajo la casa de huéspedes Gurewicz de Otwock, donde historia, arte y modernidad se entrelazan para crear un acontecimiento inolvidable.

El acto va acompañado de la publicación «Sobre bases sólidas. Historia ukryta w domach», de Lidia Głażewska-Dańko y Justyna Górnowicz, que desvela a los lectores los secretos de cada una de las casas. Los textos, basados en materiales de archivo y en los relatos de propietarios y residentes, ayudan a comprender las diversas funciones y dimensiones de estos edificios: desde pequeñas y encantadoras granjas hasta grandes pensiones. Además, los asistentes tendrán la oportunidad de adquirir un folleto de la edición del año pasado de «Después de tres capas de linóleo. Historia ukryta w domach» y un libro de Hanna Litwin titulado «Our Świdermajer. «Our Świdermajer», que profundizará aún más en el conocimiento de esta fascinante arquitectura.
Świdermajers y sus detalles
Cada una de las casas tiene características únicas que vinculan el pasado con el presente. Villa Nadzieja impresiona no sólo por su impresionante fuente, sino también por su torre de diez metros de altura, adornada en su día con un reloj, y por los detalles originales de los interiores: desde una barandilla tapizada en felpa burdeos hasta una bañera de antes de la guerra decorada con un motivo de pata de león. En Reymontówka, el nombre se debe al famoso escritor que creó allí la obra «Lato», y el jardín forestal que la rodea acentúa la cercanía a la naturaleza y el espíritu de la época. Villa Hanka se distingue por sus armoniosas proporciones y el colorido acristalamiento de las verandas, mientras que la Casa Gingerbread revela secretos fascinantes, como el aislamiento original con contrafuertes de pino, que no sólo cumplen una función práctica, sino que también aportan un interesante elemento histórico. Villa Darusinek, por su parte, encanta con sus encofrados restaurados y hechos a mano, fruto del trabajo de un hábil carpintero graduado en la Escuela de Arte Kenar de Zakopane. Cada una de estas casas cuenta una historia única, despertando las emociones tanto de los amantes de la arquitectura como de los entusiastas de la historia.
fuente: Asociación Świdermajerowie
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