Se encuentra en el número 11 de Stary Rynek, en Poznań. Rogal es un atelier cuya principal exquisitez es el famoso croissant świętomarciński. Aquí podrá degustar croissants horneados in situ y relajarse en compañía de un buen diseño.
El obrador de cruasanes Świętomarciński Rogal fue diseñado por el estudio OYKA, dirigido por Dagmara Zdanowicz y Zuzanna Bojko. Las diseñadoras utilizaron motivos retro, pero dieron al interior un toque moderno.
En el pequeño local, tanto la zona de venta y exposición como la de producción están separadas. Cuando se hace cola para comprar productos de pastelería, es difícil aburrirse: justo en la entrada, los clientes pueden ver una gran vitrina de cristal curvado, detrás de la cual el pastelero prepara los cruasanes.
El elemento principal del interior es un largo mostrador acabado con chapa natural de un color cálido y profundo. Además, este mueble está decorado con sencillos listones verticales y un zócalo de espejo, gracias al cual el conjunto parece flotar ligeramente sobre el suelo. Los diseñadores utilizaron encimeras de mármol rojo, que dan al lugar un toque elegante, y se complementa con suelos de mosaico. El telón de fondo de los mostradores es el revestimiento de latón de las paredes, ya que el latón es el tercer material más destacado aquí, junto con el mármol y la madera.
Los visitantes del taller Rogal suelen comprar cruasanes para llevar, pero se ha preparado una pequeña zona con mesas para los que quieran relajarse con una taza de café. Aquí se han colocado un total de tres mesas. Encima de los asientos, un espejo tintado hecho con tiras verticales está diseñado para reflejar los cruasanes del expositor.
La iluminación no pasa desapercibida. Los diseñadores querían una luz de color cálido, que diera un ambiente acogedor, pero que al mismo tiempo presentara favorablemente los productos horneados. Sobre el mostrador cuelga una luminaria con un característico arco de latón, y la pared de asientos está decorada con apliques esféricos sobre estuco de madera. El conjunto se complementa con algunos detalles discretos, como tiradores de travertino en los muebles y cenefas decorativas en las mesas, pero el objetivo primordial era crear un marco para la historia culinaria que es la tradición del croissant świętomarciński.
diseño: OYKA studio
fotografía: Estudio MIGDAŁ
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