En el número 49/53 de la calle Gdańska, en el centro de Łódź, se alza uno de los monumentos más enigmáticos de la ciudad. El antiguo palacio de Rudolf Keller, a pesar de su peculiar arquitectura y su rica historia, lleva años en un estado de conservación cada vez más deteriorado. El edificio fue en su día símbolo de la riqueza del industrial de Lodz, pero hoy permanece abandonado y deteriorado, sin buenas perspectivas de futuro.
Palacio Rudolf Keller – orígenes y construcción de la residencia
El palacio se construyó en 1890 por iniciativa del empresario Rudolf Keller, que llegó a Lodz desde Prusia para aprovechar el dinámico desarrollo de la industria textil. Los primeros edificios de la fábrica se levantaron en este terreno ya en 1882, y unos años más tarde Keller decidió construir su residencia representativa. El autor del diseño fue Hilary Majewski, mientras que el contratista fue la empresa de Lodz Otto Gehlig. La villa, de estilo neorrenacentista septentrional con elementos franceses y holandeses, se distinguía por la riqueza de sus detalles y la cuidada planificación de sus interiores.
Arquitectura e interiores en la calle Gdańska 49/53 de Łódź
El estuco y las decoraciones se crearon en el taller de N. Gunzel y se terminaron en 1892. La representativa escalera con vidrieras Art Nouveau era un rasgo característico de la residencia. Probablemente se encargaron después de 1907, cuando el edificio pasó a manos de Emil Eisert. El palacio de la calle Gdańska se distinguía por su disposición en anfiteatro de las habitaciones y los detalles inspirados en el Renacimiento y el Manierismo italianos. En los interiores se han conservado hasta nuestros días estucos, carpinterías, balaustradas de hierro forjado y otros acabados únicos.
Destino del Palacio Keller
A lo largo de sus más de 130 años de existencia, el edificio ha sufrido diversas transformaciones. Durante el periodo comunista, el palacio pasó a manos del Estado y albergó el vivero de empresas de la fábrica de mercería «Lenora». Después de 1989, sin embargo, el edificio cayó en manos de inversores privados y comenzó su declive. En 2010 se declaró un incendio en el palacio abandonado, que destruyó parte del tejado y dañó la torreta. Recientemente, los bomberos retiraron su inestable estructura por motivos de seguridad. Desde entonces, nada ha cambiado y el edificio sigue deteriorándose, habiendo fracasado los sucesivos intentos de venderlo.
El palacio de Rudolf Keller y la lucha pública por salvarlo
Desde 2020, un movimiento social centrado en la asociación KelleReaction está activo en torno al palacio. Su objetivo es dar a conocer el problema del monumento degradado y tomar iniciativas que puedan salvar la villa de Keller de la destrucción total. A pesar de los esfuerzos de la comunidad local, el edificio sigue sin protección adecuada y sin perspectivas de cambiar su calamitosa situación. Sólo una renovación integral y, por tanto, muy costosa, puede salvarlo.
Fuente: zabytek.pl, lodz.pl
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