El viaducto Stanislaw Markiewicz, una perla neorrenacentista en el paisaje de Varsovia, une desde hace más de un siglo la calle Karowa con Powiśle, y es a la vez un símbolo de la excepcional arquitectura e historia de la ciudad. Construido en 1902-1905, el viaducto fue el resultado de la cooperación de tres destacados artistas: el ingeniero Karol Sommer, el arquitecto Stefan Szyller y el escultor Jan Woydyga. Escribimos sobre la obra de Szyller AQUÍ.
La historia del viaducto se pierde en parte en la oscuridad de la historia. La documentación relacionada con su construcción fue destruida durante el Levantamiento de Varsovia, cuando se incendiaron los archivos de la ciudad. A pesar de ello, sabemos que el viaducto conectaba dos partes de la calle Karowa que antes estaban separadas: la superior, que discurría a lo largo de Krakowskie Przedmieście, y la inferior, que llevaba a Powisle. Antes de que se construyera el viaducto, Karowa era una calle estrecha y empinada, más conocida por la cercana planta de limpieza urbana que por sus cualidades representativas. Sin embargo, el plan era transformar la zona en un prestigioso distrito con bulevares, calles anchas y lujosas casas adosadas, una visión que empezó a hacerse realidad justo después de la construcción del viaducto.
El viaducto a principios del siglo XX. Foto: Biblioteca Digital Nacional de Polonia

Los primeros planes para la modernización de la calle Karowa y la construcción de un viaducto datan de finales del siglo XIX. El diseño estructural definitivo, realizado por el ingeniero Karol Sommer por encargo de la empresa de Arnold Bronikowski, se redactó en 1902. Las obras comenzaron en la primavera de 1903 y se terminaron un año después. Aunque se consideraron propuestas para acabar el viaducto con revestimiento de piedra para dar a la estructura un carácter monumental, la elección final fue el yeso. En 1905, el viaducto se puso en funcionamiento y su mecenas fue el Dr. Stanisław Markiewicz, médico e iniciador de las primeras colonias infantiles de Polonia.
El viaducto Stanislaw Markiewicz en 1934 y en la actualidad. Fuente: Biblioteca Nacional Digital de Polonia y Szczebrzeszynski, Dominio público, vía Wikimedia Commons
Afortunadamente, la estructura no sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial. En 1965, el viaducto fue inscrito en el Registro de Edificios Históricos, lo que lo protegió de daños y permitió llevar a cabo las renovaciones necesarias. En 2006-2007 fue objeto de una importante renovación, durante la cual se restauró el pavimento de piedra y se reconstruyeron las farolas originales, originalmente de gas y ahora eléctricas, según fotografías de archivo. Gracias a estas obras, el viaducto ha recuperado su antiguo esplendor. Bajo el viaducto hay hoy una galería, y sobre ella se alza el edificio moderno de la Sociedad Higiénica Polaca, diseñado por Jan Heurich. El viaducto es también escenario tradicional de tramos especiales de rallyes como el Rally Barbórka.
Kapitel, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
La arquitectura del viaducto es obra de destacados ingenieros y artistas. El concepto estructural fue creado por los ingenieros Kajetan Mościcki y Kazimierz Dankowski, mientras que el diseño final fue desarrollado por Karol Sommer. La ecléctica ambientación arquitectónica corrió a cargo de Stefan Szyller, que se inspiró en el Renacimiento y el Barroco para su obra. Las esculturas de Jan Woydyga, que adornan el viaducto, aportan un elemento artístico adicional. Entre ellas destacan la Sirena y las figuras alegóricas que simbolizan Varsovia como ciudad del arte, la ciencia, el comercio y la industria, así como el río Vístula, que añade profundidad simbólica y estética a la estructura.
Fuente: varsavianista.pl, srodmiescie.um.warszawa.pl
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