El multimillonario estadounidense Marc Lore quiere construir una ciudad del futuro en medio de la nada. La ciudad de Telosa pretende ser una respuesta a la desigualdad social, el cambio climático y el deterioro de la calidad de vida de los estadounidenses. Según las hipótesis preliminares, Telosa no será mucho más pequeña que Chicago y su población podría alcanzar los 5 millones de habitantes. Curiosamente, el estudio danés BIG es el responsable del diseño de la ciudad y acaba de mostrar nuevas visualizaciones.
Utopía en medio de la nada
Marc Lore es el fundador de varias empresas rentables de comercio electrónico. Las inversiones y la venta de algunas de las empresas han ayudado al empresario a amasar un patrimonio de unos 4.000 millones de dólares. El multimillonario sigue creando start-ups innovadoras que financiarán la construcción de la ciudad de sus sueños, Telos.
La palabra «telos» significa «meta suprema» en griego. En la antigua Grecia, este objetivo era el desarrollo simultáneo de la sociedad y los individuos. Según Marc Lore, las ciudades americanas no ofrecen un entorno propicio para el crecimiento de la sociedad, con divisiones, desigualdades y soluciones no ecológicas que conducen a una mayor degradación de América. El objetivo de Telos será poner a disposición de los residentes los mejores servicios posibles de educación, sanidad y trabajo a costa de los impuestos existentes.
Se espera que la construcción de la ciudad comience en algún lugar de los páramos de los boscosos Apalaches, en la costa este, o en los desiertos del oeste de Estados Unidos. Un terreno barato es clave para construir una ciudad tan grande. Telos funcionará sobre la base de un fondo social sostenible que garantizará que los residentes tengan voz y voto en la gestión de la ciudad. Lore habla de un sistema capitalista mejor. Los anuncios incluyen eslóganes sobre igualdad de acceso a los servicios, alto nivel de vida y dar prioridad a los residentes. Según Lore, el proyecto no es una ciudad privada ni una utopía política.

¿Volarán los coches?
Entre estas generalidades, es difícil no advertir el enfoque excesivamente utópico del autor. Por supuesto, a todo el mundo le gustaría vivir en una ciudad llena de tecnología innovadora, grandes servicios públicos e igualdad en general. Es más, habrá vehículos autónomos circulando por la ciudad llevando a la gente al trabajo en 15 minutos. Los medios de transporte autónomos podrán circular por raíles, carreteras e incluso volar por el aire. Se supone que todo ello funcionará sobre la base de fuentes de energía renovables, un enfoque sostenible de la gestión del agua y una política de cero residuos. La cuestión es cómo construir la utopía libresca de la que habla Lore a partir de supuestos generales
Un equipo de influyentes conferenciantes, autores, empresarios y arquitectos de BIG y Buro Happold son los responsables del proyecto. Fue el estudio de Bjarke Ingels el que preparó las visualizaciones iniciales de Telos, que muestran los rascacielos de madera «Equity», un centro de intercambio futurista, calles peatonales, parques y edificios residenciales. Los rascacielos geométricos del centro de la ciudad serán el sello distintivo de Telosa, y las zonas verdes que se extienden a lo largo formarán algo así como un parque central. También se vislumbran las primeras calles inundadas de vegetación y atravesadas por los raíles suspendidos de un ferrocarril futurista. Destacan los edificios residenciales, que se construirán con materiales sostenibles como la madera. Los edificios estarán equipados con granjas aeropónicas, paneles fotovoltaicos y depósitos de agua.
Todo parece utópico y futurista, aunque aún habrá que esperar para ver los resultados del trabajo de los arquitectos. Según el sitio web de Telosa, los primeros residentes se instalarán en la ciudad en 2030, aunque aún no se ha elegido el emplazamiento. Para 2050, se espera que un área de cerca de 600 kilómetros cuadrados albergue a unos 5 millones de personas. De momento, las promesas del multimillonario no parecen muy realistas, pero hay que apreciar sus esfuerzos por luchar por un mundo mejor. El tiempo dirá si el mayor problema de la ciudad futurista, como de costumbre, resultará ser el propio hombre.
Fuente de la visualización: BIG
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