Benidorm es una ciudad situada en el este de España, a orillas del Mediterráneo, en la Costa Blanca central; el piso de allí fue diseñado por Kristina Busko. El interior se creó como un lugar de descanso, un oasis donde el cuerpo y el alma volverán a su plena forma.
Al trabajar en el diseño interior, la arquitecta quería crear no sólo un lugar para vivir, sino también un refugio para los sentidos. El espacio debía reflejar la belleza y la armonía de la naturaleza mediterránea. Para lograr el efecto deseado, el diseñador optó por colores cálidos y terrosos. Cada detalle era importante. Se pueden ver materiales que aluden al paisaje de la región: madera de tonos cálidos y delicados tejidos de lino que ondean ligeramente como las olas del mar bajo el resplandor del sol de la tarde. Su textura orgánica envuelve el espacio en suavidad, creando un aura acogedora, como si la propia naturaleza hubiera entrado en los umbrales de esta casa.
El conjunto de muebles aquí fue fabricado en su mayor parte por artesanos portugueses. Algunos proceden de proveedores locales españoles. El punto focal del salón es el relieve que cuelga sobre el sofá. Creada por el estudio polaco Ladnini, la obra es un homenaje al arte: su forma tridimensional y sutil invita a la contemplación, atrae la mirada y deleita con su silenciosa fuerza.
El interior se completa con cerámica de Ula Michalak, cuyas formas aportan ligereza al espacio. Cada jarrón, cuenco o fuente aporta un toque de elegancia. Las paredes del piso están decoradas con papel pintado y estuco de la sala de exposiciones Arcydom de Wrocław.
Estos toques artísticos, inspirados tanto en el paisaje mediterráneo como en el diseño moderno, confieren al interior un carácter único, en constante equilibrio entre tradición y modernidad. Los papeles pintados de las renombradas marcas London Art y Arte animan el espacio con sutiles estampados que, como los tejidos de la vida, envuelven las paredes de este espacio único, creando una fusión entre la naturaleza y la obra de la mano del hombre. Los espejos de Giera Design, colocados estratégicamente por todo el piso, reflejan la luz, ampliando ópticamente el espacio y creando la ilusión de una ligereza infinita, describe el diseñador.
La zona más relajante es el dormitorio. El mueble más importante es la cama de la marca española Essenzia Dormire. Lo más destacado de la habitación es la posibilidad de acceder directamente a la terraza con vistas al mar. Las mañanas con semejante paisaje al otro lado de la ventana son otra ventaja del interior.
El piso en España arreglado por Kristina Bysko es un ejemplo de elegancia discreta, que quiere ser un homenaje al paisaje mediterráneo. Los grandes ventanales ofrecen vistas a la pintoresca Costa Blanca. Aquí el tiempo parece fluir más despacio, cada día se convierte en una invitación a detenerse, respirar hondo y disfrutar del momento.
fotos: @mufka_photography Dagmara Maroszek-Bżdziuch
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