El diseño, en el mejor de los casos, no es decoración, sino resolución de problemas. Este es el planteamiento que subyace a la realización del estudio WE MAKE THINGS, escondido en la tercera planta de una casa de vecinos del barrio Wilda de Poznań. El piso resuena como un estudio de funcionalidad y estética: pragmático, económico en la forma, pero rico en detalles que dan carácter al conjunto.
La idea principal del proyecto realizado es que un buen diseño debe ser ante todo útil. Los arquitectos de WE MAKE THINGS abordaron la tarea como artesanos e ingenieros de las emociones: cada elemento del interior debe resolver un problema concreto y, al mismo tiempo, crear una historia coherente. El propietario aprecia los objetos con carácter. Por tanto, la arquitectura interior tuvo que conciliar los requisitos pragmáticos con la necesidad de pureza visual. El resultado es un espacio adaptado a los rituales cotidianos, sin ornamentación innecesaria, pero con riqueza de texturas y combinaciones de colores.
Un piso en el barrio de Wilda con una clara división
El punto de partida se convirtió en el pretexto para una intervención audaz: se eliminaron todos los tabiques, se reconstruyeron las instalaciones y se reubicaron la cocina y el cuarto de baño. Este cambio radical permitió crear una zona de estar abierta y fluida en la que la cocina se convirtió en el corazón de la vivienda. El ritmo del espacio lo marca un aplique azul oscuro, un elemento simbólico que es el punto focal del piso y un vínculo visual entre todas las zonas.
La parte privada del piso, compuesta por un dormitorio, un vestidor y un despacho, se ha diseñado en contraste: íntima, discreta y completamente separable gracias a un sistema de puertas correderas, que permite al residente controlar por completo cuándo desea cerrarse al mundo exterior.
Un juego de colores
La paleta de colores y la elección de materiales son consecuencia de una única decisión estética: un aplique azul oscuro como punto focal. Los tonos cálidos de la madera y la chapa de madera son la base dominante. Estos tonos naturales se han roto deliberadamente con toques de burdeos y azul marino intenso, que dan al interior un aspecto distinto sin perder armonía. Los materiales se han yuxtapuesto prestando atención al contraste de texturas: acabados en azul marino mate y pulido, frentes lisos chapados y la textura suave y desigual de los tejidos. El acero y el cromo aparecen como sutiles contrapesos -en la carcasa del radiador o en los sistemas de almacenamiento- añadiendo un toque de precisión industrial al interior.

El interior cobra vida con detalles originales hechos a medida. Desde el reposacabezas del dormitorio, pasando por los armarios de la entrada, hasta el escritorio del espacio de trabajo, cada elemento se ha diseñado y elaborado para crear un lenguaje unificado de formas y materiales. El acento más visible es la librería azul marino del salón, un mueble diseñado específicamente para este espacio por el arquitecto. Marca el ritmo visual y funcional: las estanterías se colocan pensando en objetos de carácter, y su color intenso se corresponde con la lámpara de pared, unificando las zonas. Acabados hechos a mano, herrajes cuidadosamente seleccionados y combinaciones precisas de materiales subrayan el carácter artesanal del diseño y hacen que el interior no parezca una solución catalogada, sino una historia sobre las necesidades y gustos específicos del usuario.
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Sobre el estudio:
WE MAKE THINGS es un original estudio de arquitectura fundado por Michal Kościuk. Nuestros diseños son una síntesis precisa de función, contexto y estética. Evitamos las tendencias momentáneas en favor de la calidad atemporal, el detalle artesanal y los materiales duraderos. Nuestro objetivo es crear espacios que tengan fondo y apoyen de forma natural a sus habitantes en su vida cotidiana. El proceso es tan importante para nosotros como el propio producto final, que es un espacio diseñado por personas para personas.
diseño y fotos: WE MAKE THINGS
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