Por decisión del Conservador de Monumentos de la voivodía de Mazovia, se ha inscrito en el registro de monumentos inmuebles la casa de vecindad situada en el número 13 de la calle Mala, en el distrito Praga Norte de Varsovia. Esta inscripción, fruto de las actividades de la asociación Porozumienie Dla Pragi, permite proteger mejor este edificio único, que es un elemento importante del patrimonio arquitectónico de la capital.
El edificio fue erigido hacia 1906-1908 en un terreno que originalmente pertenecía a Ludwik Walusiński. Inicialmente propiedad de Władysława y Romuald Nazimek, la propiedad pasó a manos del padre Jan Skwara. Fue por iniciativa suya que apareció una imagen del Vir Dolorum (Cristo de los Dolores) sobre la puerta de entrada. Un plano topográfico de 1906 muestra la propiedad como un complejo que incluía una casa adosada de 3 plantas con un anexo lateral y una dependencia de 1 planta en la esquina noreste de la parcela. En 1909 la propiedad se dividió en dos partes (13 y 13A de la calle Mala), lo que se delineó a lo largo de la elevación oriental de la casa de vecindad delantera.
En 1930 la propiedad fue adquirida por un matrimonio, Zofia de soltera Przedpełska y Eugeniusz Śpiewak. En aquella época, el edificio estaba habitado principalmente por ferroviarios, obreros, empleados domésticos y estudiantes. En la planta baja funcionaba una tienda de comestibles regentada por J. Nowicki. El edificio sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial sin mayores daños, y después de 1945 se utilizó como dormitorio. En 1960 pasó a ser propiedad del Tesoro Público. Poco después, su fachada se simplificó eliminando algunos detalles arquitectónicos.
A pesar de estos cambios, el edificio ha conservado su valor artístico y arquitectónico. Su fachada combina elementos historicistas, como bandas de ventanas perfiladas, frontones con decoración floral, consolas con motivo de acanto o palmetas, con la simplificación modernista en forma de paso de puerta y rusticado. Los interiores del edificio también esconden soluciones interesantes: desde los entonces modernos suelos de terrazo y balaustradas metálicas, hasta elementos tradicionales como balaustres de madera y azulejos de colores con motivos geométricos y cenefas.
La inclusión del edificio del número 13 de la calle Mala en el registro de monumentos históricos es un paso importante para preservar su carácter único. Este edificio, testimonio del desarrollo urbanístico y arquitectónico de Praga a principios del siglo XX, necesita ahora urgentemente una renovación. La decisión de protegerlo jurídicamente puede acelerar este proceso.
Fuente: Responsable de Conservación Histórica del Voivodato de Mazovia
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