La casa unifamiliar original Casa Magarola se construyó en un terreno con una pendiente extremadamente pronunciada, situado cerca de Barcelona. Aquí la pendiente llega al 100%. El arquitecto Raúl Sánchez redujo al mínimo las interferencias en el terreno y basó la estructura en unos estrechos muros de hormigón armado, evitando así la necesidad de profundas excavaciones en el subsuelo rocoso. La casa da la impresión de estar casi flotando sobre el terreno y de fundirse con el paisaje circundante.
Estructura y entorno de la Casa Magarola
La entrada al edificio está diseñada en la parte superior de la parcela. Desde este lado, la casa se presenta como un bloque cerrado y regular. A medida que desciende, se revela su ligereza y su forma de asentarse sobre las rocas. Los muros de hormigón actúan como patas sobre las que se sostiene toda la estructura. Una escalera en voladizo conduce a la planta principal del edificio. En su extremo, una espaciosa terraza está diseñada como una extensión de la cocina con comedor. Grandes ventanales correderos abren el interior a la belleza de la naturaleza circundante. Los interiores de la Casa Magarola están fuertemente conectados con el paisaje circundante de los suburbios de Barcelona. Las ramas de los árboles llegan hasta la fachada, y desde todas partes de la casa hay cautivadoras vistas del valle y las montañas. La planta baja se diseñó como una zona de estar diáfana. Una escalera de caracol, un cuarto de baño y una despensa se sitúan en el centro, mientras que la cocina, el salón y el mirador con un largo banco contra la pared de cristal se disponen a su alrededor.
Distribución de las habitaciones respetando las vistas
La casa no tiene una entrada tradicional. En su lugar, los huéspedes son recibidos por una gran mesa de hormigón y piedra ceppo di gré local. En torno a este mueble comienza la experiencia espacial de la casa. Todo el interior está unido por una escalera que conduce al tejado a través de una abertura circular. Allí hay una terraza con vistas panorámicas de los alrededores. En la planta superior de la casa, el arquitecto diseñó tres dormitorios y un cuarto de baño, dispuestos en torno a un espacio central con dos balcones. El dormitorio principal tiene además su propio cuarto de baño y vestidor. Las puertas correderas permiten dividir el espacio de forma flexible según las necesidades. Incluso el cuarto de ducha está colocado para aprovechar al máximo la luz natural y las vistas.
Casa Magarola – proporcióny luz
La forma de Casa Magarola se basa en una división áurea, que aporta armonía y elegancia al diseño. Las tres fachadas, que dan a los vecinos y a la carretera, tienen ventanas pequeñas pero colocadas con precisión. La fachada que da al valle, en cambio, está completamente abierta y su color es ligeramente más claro que el de las demás partes del edificio. Esto hace que destaque de la masa sin perder su conexión con el entorno natural. La construcción de la casa se basa en muros de hormigón y techos finos de sólo 20 centímetros de grosor. Todo se ha planificado para que no se vea ningún elemento estructural en el interior del edificio. Esto permitió crear un espacio totalmente abierto y sin barreras. Desde el exterior, sólo se ven los esbeltos soportes.
Ecología y tecnología
La casa está equipada con calefacción por suelo radiante y un sistema aerotérmico de bajo consumo alimentado por paneles fotovoltaicos. Todo ello se complementa con soluciones pasivas: aislamiento sin puentes térmicos, ventilación natural, orientación controlada de las ventanas y un sistema de recuperación del agua de lluvia. La elección de materiales se limitó a materias primas sencillas y locales. Cabe destacar que sólo se talaron dos de los más de cuarenta árboles que crecían en la parcela. Al pie de la escalera se colocó una enorme roca, que sirve de primer peldaño y rinde homenaje al arquitecto Carlos Scarpa. Su escalera siempre ha sido una invitación a la aventura arquitectónica. Es el comienzo simbólico de un viaje a través de una casa que armoniza con su entorno y quizás incluso realza su belleza.
Proyecto: Raúl Sánchez
Ubicación: Sant Cugat del Vallés, Barcelona
Fotografía: José Hevia
Superficie construida: 175 m2
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