Una ciudad como un copo de nieve. Palmanova es la realización de sueños utópicos

En el noreste de Italia se encuentra una ciudad que destaca por su riquísima historia, pero aún más por su peculiar forma. Palmanova fue construida según el concepto renacentista de la ciudad fortaleza ideal. La construcción del asentamiento, que encarnaba los principios humanistas de la época, finalizó el 7 de octubre de 1593. El lugar sigue despertando admiración y asombro por la destreza de los urbanistas y constructores de la época.

Palmanova: la creación de una ciudad en forma de copo de nieve

La fecha de la fundación de Palmanova no se eligió por casualidad. Fue para conmemorar la victoria en la batalla contra los turcos en Lepanto en 1571 y el día de Santa Justina, patrona de la ciudad. La fundación fue diseñada por Vincenzo Scamozzi, arquitecto y teórico del Renacimiento, que le dio la forma de una estrella de nueve puntas. Esta forma simbolizaba la armonía y la perfección, y también permitía una defensa eficaz. Cada uno de los nueve bastiones protegía al vecino, y toda la fortificación estaba rodeada por un foso y fortificaciones. Había tres puertas vigiladas que daban acceso a la ciudad: Porta Udine, Porta Cividale y Porta Aquileia. Todas ellas se han conservado hasta nuestros días.

La utopía renacentista en la práctica

Palmanova se diseñó siguiendo el espíritu de las utopías renacentistas. La idea de la ciudad perfecta, ya presente en los tratados de pensadores como Filarete y Alberti, presuponía geometría, igualdad social y funcionalidad. Las ciudades se planificaban en forma de estructuras concéntricas y simétricas, con calles radialmente divergentes y una estricta división del espacio. Este trazado pretendía promover una vida armoniosa para los habitantes y fomentar el orden. Palmanova debía ser una comunidad de comerciantes, artesanos y agricultores autosuficientes, que actuasen según los principios del bien común.

Catedral durante la Primera Guerra Mundial. Foto Österreichische Nationalbibliothek – Biblioteca Nacional de Austria

Asentamiento y expansión de la ciudad

A pesar del cuidado diseño y las excelentes condiciones, los colonos se mostraron reacios a trasladarse a la nueva ciudad. En consecuencia, en 1622 las autoridades de la República de Venecia decidieron conceder parcelas de tierra y materiales de construcción a antiguos prisioneros para animarles a establecerse en la fortaleza. La construcción del primer anillo de fortificaciones, de siete kilómetros de longitud, duró treinta años. La siguiente fase de obras tuvo lugar entre 1658 y 1690, y las últimas fortificaciones se construyeron durante el periodo napoleónico, entre 1806 y 1813. Como resultado, la fortaleza constaba de nueve bastiones, revellines, lunetas y dieciocho caballerías.

El tortuoso destino de Palmanovo

En 1815, la ciudad de Palmanova pasó a dominio austriaco, antes de incorporarse al Reino unido de Italia en 1866. Sin embargo, durante la Primera Guerra Mundial sirvió de base militar del ejército italiano y sufrió daños por los bombardeos de artillería. No fue hasta 1960 cuando fue reconocida como monumento nacional del país, y en 2017 la fundación renacentista fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como parte de un complejo de ciudades venecianas y edificios defensivos de los siglos XVI y XVII. En la actualidad, Palmanova tiene una población de unos cinco mil habitantes y figura en la lista de las ciudades italianas más bellas.

Plano de la ciudad de 1593 y Palmanova en la actualidad. Fuente: Civitates Orbis Terrarum y Google Maps

La plaza central y otros monumentos

El punto central de la ciudad es la Piazza Grande, pavimentada con piedra de Istria de color claro. Junto a la plaza se alza la Catedral del Santísimo Redentor, terminada en 1636. La arquitectura de la iglesia se atribuye a Scamozzi y Longhena. Su interior no se consagró hasta 1777, tras la incorporación de la ciudad a la archidiócesis de Udine. La altura del campanario se limitó por razones estratégicas, para que no fuera visible a un posible enemigo extramuros. También destacan los palacios locales y la Logia de la Gran Guardia, terminada en 1625. Como la ciudad nació principalmente para cumplir una función defensiva, muchos de los monumentos aquí presentes están relacionados con lo militar, como cuarteles y torres de vigilancia.

La huella de un sueño renacentista

Hoy en día, Palmanova sigue siendo uno de los ejemplos más completos de la realización de la ciudad ideal del Renacimiento, planificada pensando en el perfecto orden social, la defensa y la estética. A pesar de un brutal choque con la realidad en sus primeros años y de su posterior destrucción a lo largo de los siglos, la ciudad sigue atrayendo la atención de historiadores y turistas como testimonio de una audaz visión que combinaba el urbanismo, la arquitectura y la filosofía de la época. En Polonia, Zamość es un ejemplo de la realización de una idea similar. El plano de la ciudad, creado por el arquitecto Bernard Morando por encargo de Jan Zamoyski, se basa en una geometría precisa, calles regulares y barrios rectangulares.

Fuente: delikatesywloskie.pl, visitpalmanova.it

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