Es un edificio de finales de los 90 y principios de los 2000. Gracias a la termomodernización, los alumnos disponen ahora de un edificio con una nueva calidad. También visualmente. La metamorfosis de la escuela de Domaniów fue diseñada por arquitectos del estudio PORT.
Esta historia demuestra que la modernización térmica no tiene por qué ser una cuestión puramente técnica, sino una oportunidad para aplicar la innovación y la estética. Una oportunidad para revitalizar un espacio. Este fue el caso del diseño de la Escuela Primaria de Domaniów, realizado con gran atención al detalle, comprensión de las necesidades de los usuarios y en el espíritu de las soluciones arquitectónicas contemporáneas.
Los arquitectos prepararon un diseño integral de cambios que iba más allá del planteamiento estándar de modernización. La escuela no es antigua, pero requería soluciones que repercutieran positivamente en su eficiencia energética. Construido a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000, el edificio se basa en cuatro alas, cada una con una función distinta y diseñada para un grupo de edad específico de alumnos. La sección central contiene el pasillo principal, las salas de administración y dos entradas.
La forma del edificio, a pesar de, muy buenas premisas espaciales, comenzó a requerir una revitalización tanto estética como funcional, reorganizando el uso de las salas, adaptando y mejorando los detalles arquitectónicos, mejorando la estética. La termomodernización proporcionó el impulso y la oportunidad para el cambio, elevando el perfil de la escuela como centro local para la educación y la vida comunitaria, admiten los arquitectos.
¿Qué ha cambiado? El edificio tiene ahora una fachada sencilla y luminosa, complementada por una marquesina contemporánea. Se han rediseñado las zonas de entrada, que se han convertido en el centro de atención de la escuela. El edificio ha ganado soluciones para las personas con discapacidad. En el marco de la modernización térmica, se sustituyeron las instalaciones de fuente de calor y calefacción, se instaló nueva iluminación y se diseñó un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor.
Los alumnos pueden disfrutar ahora de diversas zonas de relajación y tranquilidad en los pasillos. Estos espacios se han diseñado para fomentar la regeneración durante las pausas entre clases. La estética interior es toda una revolución. Se han reducido los estímulos visuales, creando un espacio propicio para la concentración. El espacio está ahora decorado con materiales de acabado naturales, como la madera contrachapada. También hay un suelo interactivo para fomentar el juego y el movimiento, un saco de boxeo o mecedoras.
El equipo de diseño, formado por arquitectos, diseñadores de interiores y especialistas en necesidades infantiles, adoptó una visión holística del edificio. En el equipo autor también participaron arquitectos ajenos al estudio Paweł Panek y Alicja Dziedziela (interiores) y Michał Czeszejko (diseño de la fachada). El resultado fue un diseño que tiene en cuenta la neurodiversidad, las necesidades de los niños con discapacidad y los requisitos de los profesores.
La escuela de Domaniów es la prueba de que un espacio bien diseñado puede convertirse en parte integrante del proceso educativo. Interiores minimalistas, zonas de aprendizaje y juego diferenciadas y una paleta de colores tranquilizadora armonizan con la dinámica de la vida escolar.
diseño: PORT Architects
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