fot. P. Korol

Una escultura luminosa en un parque de Orońsko. Realizada por Marta Stefaniak

La escultura estaba hecha de metal, plexiglás y equipada con un sistema de iluminación electrónica. Su autora es Marta Stefaniak, que quiso combinar así tecnología y naturaleza. Esto puede apreciarse por la noche, cuando la instalación, iluminada desde dentro, resalta la carcasa metálica irregular.

La obra se presentó en el parque de Orońsko y se creó en el marco de la 4ª edición del Simposio Internacional de Escultura Contemporánea 2023. La realización de la escultura «Destrucción y reparación» comenzó en el citado 2023 y finalizó el 31 de agosto de 2024. Su ejecución llevó mucho tiempo, ya que la escultura consta de varios miles de elementos.

La idea de la obra resultante era mostrar en la escultura el fenómeno del retorno constante de la naturaleza inteligente para expresar nuevas combinaciones de patrones -conexiones estables- con nuevas estructuras. El artista utilizó el motivo de una forma geométrica destruida, basada en círculos con rasgos tecnológicos, que al fin y al cabo forma parte de este mundo. El proceso de transformación en la naturaleza de lo «viejo» en lo «nuevo» es una especie de ciclo natural.

foto de Marta Stefaniak

La naturaleza lo acepta todo, lo asimila todo y reintegra lo que le hemos «quitado» durante un tiempo. La obra escultórica emplea las mismas -en principio- estructuras repetitivas perceptibles tanto en la creación tecnológica basada en círculos rotos como en el tumor biológico hecho de círculos desprendidos transformados en curvas estiradas y abiertas similares a arcos elípticos. Durante el trabajo sobre el concepto y luego su realización, surgieron preguntas: ¿hasta qué punto los humanos somos conscientes del nivel de complejidad de las estructuras que nos rodean, cuya forma y estabilidad se ven influidas de forma impredecible por experimentos científicos? ¿Cuáles son las consecuencias de rodearnos de más y más procesos, que están cada vez más en contacto con nuestro cuerpo biológico, que evoluciona lentamente? – se pregunta el autor de la escultura.

El artista durante la creación de la instalación, foto de Natalia Szcześnik

Marta Stefaniak también toca temas energéticos y espirituales. La electricidad se ha transformado en luz. La obra consiste en un núcleo sólido de luz, que está encerrado en una forma estructural de acero. En varias zonas se ha diluido más fuertemente, donde la estructura compacta adopta la forma de una descomposición. El tejido técnico, geometrizado, se transforma en un tejido más obtuso, biológico.

La luz existe en cada uno de los dos tipos de formas estructurales. Está cíclicamente presente, en movimiento, pulsante. Sólo el crepúsculo revela su dimensión sacra, luminosa, intemporal, refiriéndose de este modo simbólico a verdades espirituales inmutables en el mundo cambiante de la materia, a la esencia de las cosas, en la que esta esencia se manifiesta de diversas formas, añade Marta Stefaniak.

foto de Marta Stefaniak

La artista admite que consiguió hacer la escultura gracias a la ayuda de personas cercanas a ella. Según recuerda, hubo días en los que la escultura la consumió hasta 16 horas de trabajo al día. La determinación y el compromiso de quienes la apoyan dieron a la escultura un significado adicional. La instalación simboliza no sólo la complejidad de la naturaleza, sino que ha acumulado la energía vital de las personas que contribuyeron a su creación.

Marta Katarzyna Stefaniak (n. 1977) Licenciada por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cracovia (1998-2004) y por la Facultad de Escultura de la Academia de Bellas Artes de Cracovia (1917-2022), completó su diploma en el taller de la profesora Ewa Janus.

fuente: Marta Stefaniak

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