Tokio y sus alrededores figuran entre las regiones especialmente vulnerables a los tifones y las lluvias torrenciales. Para proteger un área metropolitana de más de 13 millones de habitantes, Japón ha creado un sistema subterráneo que, por su tamaño y escala, evoca visiones futuristas de magníficos edificios. Se trata del G-Cans, la mayor infraestructura de protección contra inundaciones del mundo y uno de los logros más espectaculares de la ingeniería moderna.
G-Cans: el mayor sistema de drenaje del mundo
El complejo, cuyo nombre oficial es Canal de Descarga Subterráneo Exterior del Área Metropolitana, está situado a 50 metros bajo tierra en Kasukabe, prefectura de Saitama, a las afueras de Tokio. Está formado por cinco pozos de hormigón de 65 metros de altura y 32 metros de diámetro, conectados por una red de túneles de 6,4 kilómetros de longitud. La pieza central del sistema es un enorme embalse cuya estructura está sostenida por 59 pilares, cada uno de los cuales pesa 500 toneladas. El embalse mide 177 metros de largo, 78 de ancho y 25 de alto. El agua que desemboca en él puede descargarse en el río Edo gracias a potentes bombas de 10 MW capaces de bombear hasta 200 toneladas de agua por segundo.

Escudo protector de la metrópoli
La construcción de G-Cans comenzó en 1992 y tardó 14 años en completarse. La inversión se hizo para proteger a la capital de la rápida subida del nivel de ríos y canales, que en el pasado había provocado inundaciones catastróficas. Hoy, el sistema actúa como un escudo invisible, recibiendo y distribuyendo el exceso de agua de lluvia antes de que pueda amenazar a los habitantes de una metrópoli con millones de habitantes. El efecto es impresionante no sólo por sus parámetros técnicos. Los espacios monumentales parecen el interior de una catedral o el decorado de una película de ciencia ficción, pero su finalidad es totalmente práctica. Gracias a ellos, la metrópoli puede funcionar sin parálisis incluso durante los fenómenos meteorológicos más intensos.
G-Cans como iniciativa comunitaria
En un principio, el nombre G-Cans no sólo se refería al sistema de drenaje en sí. Era también un símbolo de acción cívica centrado en la idea de utilizar la infraestructura con fines sociales y culturales. El proyecto también pretendía servir al desarrollo de la comunidad local. Hoy en día, el término G-Cans se asocia más a menudo con el gigantesco sistema de control de inundaciones que se ha convertido en un escaparate de la ingeniería japonesa. Es una de las obras más espectaculares del mundo.
Fuente: japan.travel, japan-experience.com
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