Los propietarios querían construir una casa con un tejado clásico a dos aguas y una fachada de madera. El resultado es una hermosa casa que parece una villa minimalista, desprovista de ornamentación y elementos superfluos. El edificio fue diseñado por los arquitectos de Thellend Fortin Architectes.
La casa está situada en Orford, Canadá. Es una zona repleta de vegetación y sólo hay unos pocos edificios residenciales cerca. La casa linda con un bosque, con arces y abetos que se extienden hasta el horizonte. La mezcla de árboles de hoja caduca y coníferas hace que la zona resulte atractiva en cualquier época del año. Los inversores conocen bien la zona. Eran propietarios del terreno desde hacía cinco años y solían pasar las vacaciones en la casita que había aquí antes. Sin embargo, el edificio ya no respondía a sus expectativas, por lo que recurrieron a los arquitectos para un nuevo diseño.
La nueva casa de los propietarios debía caracterizarse por su forma tradicional y corresponderse con el entorno forestal. El edificio debía ofrecer una sensación de privacidad, por lo que se construyeron varias dependencias en la parcela, que se abrían hacia el centro de la misma. La casa tiene tejado a dos aguas, revestimiento de madera y remates metálicos.
Para integrar la casa en su entorno, los arquitectos diseñaron un sendero que serpentea entre los árboles y conecta la casa con el pabellón del jardín (salón de verano y piscina) y la carretera de acceso.
El interior del edificio está diseñado en estilo minimalista. La habitación más grande es el salón alto y el entresuelo ofrece una vista brillante del bosque. Las habitaciones están decoradas con paneles metálicos, madera encerada y mármol pulido. La mayor parte del mobiliario se ha integrado en el diseño arquitectónico. Los elementos técnicos, como la calefacción y la iluminación, se han ocultado tras el revestimiento de las paredes y los falsos techos. Todo el edificio dispone de calefacción por suelo radiante.
Los arquitectos optaron por soluciones atemporales. La sencillez de la arquitectura y la ausencia de añadidos innecesarios hacen que el edificio tenga un buen aspecto incluso dentro de varias décadas.
proyecto: Thellend Fortin Architectes
fotografía: Charles Lanteigne
fuente: v2com
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