En pleno centro de Lyon, a pocos pasos de la estación de Perrache, de donde partían los transportes de deportación, se ha inaugurado un monumento dedicado a las víctimas de la Shoah. El proyecto, denominado «Los raíles de la memoria», no es sólo una obra de arte arquitectónica, sino sobre todo una conmemoración simbólica de los trágicos acontecimientos. Los diseñadores del estudio Blaising Borchardt utilizaron raíles que en su día conducían al Holocausto y que ahora sirven de recordatorio de los trágicos sucesos.
Diseño y realización
La idea del monumento nació de la implicación de la «Association pour l’édification d’un Mémorial de la Shoah à Lyon», formada por antiguos deportados y prisioneros de Auschwitz. Tras casi veinte años de trabajo, la organización convocó un concurso internacional en 2023, que recibió 96 propuestas de 25 países. De entre ellas, los arquitectos Quentin Blaising y Alicia Borchardt seleccionaron un concepto que capta tanto el dolor como la llamada a reflexionar sobre las vidas perdidas.
La pieza central de la instalación son 1.173 metros de raíles de acero entrelazados, que simbolizan la ruta de la misma longitud que separaba Lyon del campo de Auschwitz-Birkenau. La disposición de los raíles recuerda a la de una vía férrea. Las traviesas de madera y el balasto de piedra -materiales tomados de auténticas líneas de ferrocarril- refuerzan la impresión de estar ante una historia trágica.
Materiales y simbolismo
Las materias primas utilizadas proceden directamente de la infraestructura ferroviaria, lo que confiere al monumento una honestidad brutal. Los raíles de acero simbolizan el poder de un sistema que mató silenciosamente la esperanza, mientras que las traviesas de madera y las piedras de balasto evocan el rítmico traqueteo de los vagones de transporte. Los creadores querían que cada paso a lo largo de la instalación se convirtiera en un homenaje silencioso a los seis millones de judíos, entre ellos más de 6.100 deportados de la región de Ródano-Alpes.

El proyecto «Ferrocarril del Recuerdo» también tiene una función educativa. Los bancos instalados a lo largo de la vía están equipados con códigos QR, que permiten acceder fácilmente a información sobre la historia de la asociación y conocer las historias de víctimas concretas. De este modo, el monumento se convierte no sólo en un espacio de ensueño, sino también en una lección interactiva para las generaciones más jóvenes.
El monumento «Ferrocarril del Recuerdo» es más que una conmemoración. Es un testimonio del compromiso de garantizar que el recuerdo de las víctimas de la Shoah nunca desaparezca del paisaje de la conciencia colectiva. En un lugar por el que antes pasaban las últimas miradas de familias separadas, resuena ahora un silencio que habla más alto que cualquier palabra. Con esta obra, Lyon ha ganado un nuevo punto de referencia, un espacio donde la historia se convierte en advertencia y llamada a la vigilancia.
proyecto: Blaising Borchardt Studio
fotografía: François Baudry
fuente: V2COM
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