En una de las casas adosadas modernistas más valiosas de Varsovia, el techo se derrumbó. Se trata del edificio abandonado del número 22 de la calle Górnośląska, conocido por su fachada ricamente decorada y sus singulares detalles arquitectónicos. Aunque el edificio lleva años deteriorándose, sigue atrayendo la atención de los transeúntes por su llamativa decoración. El incidente de hoy demuestra enfáticamente el dramático estado de este monumento y la urgencia de una acción decisiva para protegerlo.
El incidente ocurrió esta tarde. Sonó un estruendo en el edificio de tres plantas del número 22 de la calle Alta Silesia, conocido como la Casa Leon Breslauer. Preocupados por el ruido, los residentes de los edificios vecinos y los transeúntes alertaron a los servicios. Nueve bomberos y un equipo de rescate especializado acudieron al lugar. En un principio se sospechó que se trataba de un incendio, ya que salía humo del edificio. Tras el reconocimiento, resultó que el techo del tercer piso se había derrumbado. Afortunadamente, no hubo heridos.
A pesar de su gran valor, el edificio ha estado desocupado y deteriorándose durante muchos años, aunque fue declarado oficialmente edificio protegido en 1990. Desde entonces, el Conservador Provincial de Monumentos de Mazovia ha instado repetidamente al propietario a realizar obras para salvarlo de una mayor degradación. Sin embargo, poco se ha hecho al respecto. El inspector de edificios que ha llegado hoy al lugar ha declarado que la estructura es estable, pero los bomberos han abandonado el edificio ante el riesgo de que el techo se derrumbe aún más.
La casa de vecinos de Leon Breslauer se construyó en 1904 y es un ejemplo único del Art Nouveau de Varsovia. Su fachada está llena de detalles inspirados en la naturaleza y el mundo de la fantasía. Los transeúntes se sienten atraídos por la verja de entrada decorada con enanos con la fecha «1898» en sus escudos. El interior también conserva muchos de sus elementos de diseño originales. El edificio sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial sin grandes daños, aunque gran parte de la calle Alta Silesia quedó destruida en aquella época.
Tras la guerra, el edificio fue nacionalizado y los espaciosos pisos se dividieron en unidades más pequeñas. Con el tiempo, la joya modernista empezó a deteriorarse. Años de abandono la dejaron en tal estado que los habitantes se vieron obligados a abandonar su hogar. Desde entonces, el monumento ha permanecido vacío, deteriorándose año tras año. El derrumbe del techo de hoy muestra claramente la urgencia de salvar este edificio único. Si no se toman medidas concretas e inmediatas, otro estruendo podría significar el fin de la existencia de uno de los más bellos representantes del Art Nouveau de Varsovia. ¿Será este el final del edificio situado en el número 22 de la calle Górnośląska? Esperemos que no.
Fuente: tvn24.pl, warszawa.naszemiasto.pl
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