Otra casa de vecindad de Varsovia acaba de ser declarada monumento. En esta ocasión, este honor ha recaído en el edificio del número 23 de la calle Wilcza, situado en pleno centro de la ciudad. Esta decisión pone de relieve no sólo las cualidades arquitectónicas de este inmueble único, sino también su rica historia, estrechamente ligada a la turbulenta historia de la capital.
Wilcza 23: de casa señorial a elegante casa adosada
La casa de vecindad de la calle Wilcza 23 no es un edificio accidental. Su historia se remonta a principios del siglo XIX, cuando el terreno sobre el que se levanta formaba parte del señorío de Kawęczyński. A lo largo de los años, el terreno fue cambiando de propietarios hasta que, en 1912, por iniciativa de Paweł Rotberg, se levantó la elegante casa de vecindad que existe hasta hoy.
La obra de Stanisław Grochowicz
El diseño de la casa fue obra del prestigioso arquitecto Stanislaw Grochowicz, cuyo nombre está indisolublemente ligado a la modernización de Varsovia a principios del siglo XX. Grochowicz es responsable del diseño de muchos edificios prestigiosos de la ciudad, como la casa de vecinos de Felicjan Jankowski o la casa de H. Kolberg en Aleje Ujazdowskie.
Testigos de la historia: los habitantes y la guerra
A lo largo de los años, las paredes de la casa de vecindad de la calle Wilcza 23 han sido testigos de la vida de muchas generaciones de varsovianos. Después de Paweł Rotberg, el edificio pasó a manos de sucesivos propietarios, y en el periodo de entreguerras fue habitado por un variopinto grupo de representantes de la entonces clase media: desde médicos y profesores hasta empresarios y artistas. Cabe mencionar que uno de los residentes fue el pintor Stanislaw Sawiczewski. Afortunadamente, el edificio sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial sin sufrir daños graves.
Restauración de posguerra y protección del patrimonio
Gracias a que se evitaron daños mayores, aún podemos admirar la fachada Art Nouveau original de la casa de vecindad, con su característica rusticidad poco profunda y su rica ornamentación, incluida la fecha «1912» colocada en la parte superior del edificio. Después de la guerra, se llevaron a cabo obras de renovación y conservación por iniciativa de los vecinos. Más tarde, ya propiedad del Tesoro Público, la casa de vecindad fue objeto de una profunda renovación en la década de 1990, que le devolvió su antiguo esplendor, cuidando de preservar los detalles históricos.
Wilcza 23 como joya arquitectónica del centro de la ciudad
La casa de vecindad de la calle Wilcza 23 es un bello ejemplo de la arquitectura residencial de Varsovia de principios del siglo XX. Al mismo tiempo, es un valioso testigo de la historia, que refleja el espíritu de la época y las ambiciones de los arquitectos e inversores de entonces. Su composición única, que combina elementos del Barroco, el Rococó y el Art Nouveau, lo convierte en una perla del paisaje arquitectónico de Śródmieście. Su inclusión en el registro de monumentos históricos es un merecido homenaje al valor histórico y artístico del edificio, así como una garantía de que las generaciones futuras podrán admirar este patrimonio único.
Fuente: WUOZ en Varsovia
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