Zalipie es un pueblo situado en la voivodía de Pequeña Polonia, en el municipio de Olesno. El lugar es famoso por sus coloridas casas, cuyas fachadas están cubiertas de vistosas pinturas con motivos florales. Hoy en día, el lugar es una atracción turística, y su singularidad queda patente en el hecho de que aún continúa la tradición de pintar las casitas.
El pueblo se distingue por los coloridos ramos que se pintan en las casas, edificios agrícolas, vallas o pozos. También se encuentran motivos florales en el interior de las casas de los habitantes. La tradición de decorar así las casas de campo se originó a finales del siglo XIX. Una residente decidió decorar su casa con flores hechas con papel de seda. La idea empezó a ser repetida por otros residentes, que decoraron el interior de sus casas con recortes y arañas hechas de paja y pintaron las paredes de sus casas con motivos florales.
Al principio, los motivos eran bastante sencillos. Las mujeres residentes tenían acceso principalmente a pintura blanca. Con el tiempo, las pinturas se convirtieron en composiciones florales más complejas y multicolores. En las paredes se ven rosas, margaritas, amapolas y otras flores familiares del paisaje rural. Estos motivos se pintan siempre a mano, sin utilizar plantillas, lo que hace que cada casa tenga una fachada única y no se encuentre otra igual en todo el pueblo.
Una de las creadoras más conocidas de las pinturas del pueblo fue Felicja Curyłowa, a la que se describía como la “reina” de las flores pintadas. Sus obras decoran no solo casas, sino también capillas. Las pinturas más antiguas que se conservan se encuentran en la Casa de los Pintores y en la Casa de Felicia Curyłová. La primera es un lugar de reunión habitual de los pintores. Allí también se pueden comprar recuerdos.
Algunos de los coloridos edificios de Zalipie están inscritos en el registro de monumentos inmuebles de la voivodía de Pequeña Polonia. Entre ellos se encuentra la ya mencionada granja de Felicja Curyłowa, que consta de una casa de madera, un establo, un granero y un pozo. La casa histórica se encuentra en el tramo de Małopolska de la Ruta de la Arquitectura de Madera.
La tradición de pintar casas continúa hasta nuestros días. Todos los años se celebra en Zalipie el concurso “Cabaña pintada”, durante el cual se seleccionan las casas mejor decoradas. El certamen refuerza los lazos entre los habitantes y atrae visitantes a Zalipie para contemplar estas coloridas obras de arte. La tradición de pintar las casitas es un motivo de orgullo para los lugareños y un ejemplo de cómo una costumbre local puede atraer con éxito a turistas curiosos de todo el mundo.
Al planificar una visita a Zalipie, merece la pena reservar entre dos y tres horas. En el pueblo hay unas 20 casas de colores.
fotos: Mariusz Cieszewski / MSZ / licencia: CC BY-ND 2.0
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