Desde hoy, los habitantes de Varsovia pueden disfrutar del nuevo Parque Żerański, el primero de la capital con una orilla abierta. El recinto de 13 hectáreas situado en la orilla occidental del Canal de Żerań, entre las calles Modlińska y Płochocińska, es un espacio que combina valores recreativos y naturales, así como un recordatorio del pasado postindustrial del lugar.
La zona antes dominada por edificios industriales y fragmentos degradados del frente marítimo se transformó en un atractivo espacio público. Se han conservado elementos del paisaje técnico portuario -pólderes, postes de amarre y muelles de atraque- que han adquirido una función narrativa y estética. Se clavaron pilotes de madera a lo largo del muelle, en referencia a la historia del lugar, y fragmentos de elementos prefabricados sobrantes de las operaciones de las fábricas locales se convirtieron en parte integrante de la composición norte, donde forman estructuras de refugio para la fauna y la vegetación.
De nuevo la naturaleza
El proyecto preserva e introduce nuevos nichos ecológicos. En el parque se han plantado unos 500 árboles de especies autóctonas y más de 36.000 plantas perennes. Se han creado praderas y pastizales en una superficie de más de 44.000 m2, y otros 7.000 m2 están ocupados por césped. La zona norte, con su densa vegetación, arbustos y hierbas, así como las fosas de escombros, llenas de recovecos, constituyen un santuario natural independiente, cerrado a la libre exploración, que sirve de refugio a anfibios y pequeños mamíferos. El parque contará con paneles didácticos en los que se explicará el papel de la naturaleza y se actuará en favor de la biodiversidad urbana.
Actividades acuáticas y terrestres
El Parque Żerański se ha diseñado en torno al Canal de Żerań, haciendo del ocio junto al agua el tema central de la urbanización. En la parte sur, se han distinguido tres franjas distintivas: zonas arboladas con senderos para pasear; un bulevar en las inmediaciones de la zona de control del gasoducto; y una franja de muelle creada mediante la ampliación del camino de sirga. A lo largo del canal se han construido 12 nuevos embarcaderos recreativos que, junto con los elementos ya existentes, permiten el desarrollo de actividades náuticas y de clubes acuáticos durante todo el año. Para los amantes de las actividades terrestres, hay carriles bici, un parque de cuerdas y un parque infantil.
Además, se han instalado más de 100 bancos y asientos, refugios de picnic, plataformas y 29 papeleras. Una parte importante del proyecto consiste también en reconocer las especificidades de la zona y garantizar la seguridad: las zonas próximas al gasoducto han sido despojadas de árboles de acuerdo con la normativa y la parte norte se ha vallado como santuario natural. El año que viene está prevista la construcción de un pabellón con servicio de restauración e instalaciones sanitarias públicas y, dentro del proyecto de presupuesto cívico, un parque acuático para niños.
Las obras fueron realizadas por Inmel basándose en la documentación preparada por las oficinas de diseño TopoScape y Archigrest. La zona también es frecuentada por animales salvajes, incluidos jabalíes, por lo que las autoridades municipales hacen un llamamiento a la prudencia y piden a los propietarios de perros que lleven a sus mascotas atadas.
foto: Krzysztof Babicki, ZZW
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