Años después, ha vuelto a surgir la idea de construir un enlace submarino para llegar a África por ferrocarril. España y Marruecos están separados por poco más de 29 km. En cambio, la distancia entre los puertos más cercanos es inferior a 16 millas náuticas. El túnel submarino mejorará el tráfico entre las dos orillas del Estrecho de Gibraltar, lo que será crucial durante el Mundial de 2030, cuando España, Portugal y Marruecos acojan el evento.
En la actualidad, los medios de transporte más utilizados entre España y Marruecos son el barco y el avión. La idea de un túnel submarino que transportara un tren se planteó por primera vez en 1979. La audaz visión se inspiró en el Eurotúnel bajo el Canal de la Mancha, inaugurado oficialmente en 1994 entre el Reino Unido y Francia.
El Estrecho de Gibraltar. Foto de PookieFugglestein, CC0, vía Wikimedia Commons
Las primeras estimaciones del coste de construcción lo sitúan en 6.000 millones de euros. El túnel transcontinental, de 27 kilómetros de longitud, podría conectar la red ferroviaria europea de alta velocidad con el norte de África ya en 2030. Será entonces cuando España, Portugal y Marruecos acojan la Copa del Mundo. El túnel cruzaría el Estrecho de Gibraltar desde Tarifa (España) hasta Tánger (Marruecos).
Actualmente, los vuelos de Madrid a Casablanca duran unas dos horas. Un viaje en tren bajo el Estrecho de Gibraltar por la misma ruta tardaría unas cinco horas y media. El túnel submarino también permitiría servicios ferroviarios de alta velocidad, uniendo las líneas españolas existentes con la ruta Al Boraq en Marruecos, inaugurada en 2018. Los trenes viajan a 300 km/h en esta ruta.
La ministra española de Transportes, Raquel Sánchez, ha señalado que el proyecto pretende ser un impulso para maximizar las relaciones entre Europa y África. Se espera que la inversión reciba financiación de la Unión Europea. La planificación estratégica está actualmente en curso. Uno de los retos logísticos que pueden obstaculizar la construcción del túnel es la actividad sísmica regular en la zona del estrecho.
Si la inversión fructifica, el nuevo cruce podría beneficiar a más de 12,8 millones de pasajeros al año. También beneficiaría al comercio entre los dos continentes y tendría un impacto ecológico positivo.
Fuente: independent.co.uk, national-geographic. co.uk
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