El palacio Lampedusa de Palermo (Sicilia) es conocido por ser la residencia del escritor y aristócrata Giuseppe Tomasi di Lampedusa. La finca perteneció a su familia desde mediados del siglo XVIII. En Lugares de mi primera infancia, el conocido escritor describe el palacio Lampedusa y elogia su belleza, que duró “hasta el 5 de abril de 1943, día en que fue alcanzado y destruido por las bombas traídas del otro lado del Atlántico”. Destruido por los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial, el Palazzo Lampedusa permaneció en estado de deterioro durante setenta años.
En 2010, el estudio “PL5-ARCHITETTURA” desarrolló un proyecto de restauración y recaudó fondos de 35 personas que querían apoyar la misión de salvar la casa de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, con quien tenía un profundo vínculo, como él mismo escribió en su libro “I Racconti”. En “Lighea”, el dolor del escritor por la pérdida sufrida se revela en las palabras “los libertadores destruyeron mi casa”.
Por ello, se decidió restaurar todos los fragmentos supervivientes, dejándolos lo más inalterados posible como huella de un acontecimiento dramático en la vida del escritor. Las obras comenzaron en 2011 y finalizaron en 2015. Se replanteó la distribución general del palacio y se decidió que su aspecto recordara al de la antigua residencia del siglo XVIII. Sin embargo, se tomaron medidas para garantizar que el edificio pudiera vincularse directamente con el presente, con inserciones contemporáneas en el lenguaje clásico que caracterizan todo el desarrollo. Esto incluye la secuencia de pórticos con columnas sin bases ni capiteles, las barandillas de algunas de las terrazas en vidrio serigrafiado y los suelos de todas las zonas comunes, realizados con materiales tradicionales pero en un estilo contemporáneo.
Las personas que emprendieron la restauración del Palazzo Lampedusa merecen un enorme aplauso por su voluntad y esfuerzo para sacar de la ruina este inmueble histórico, siete décadas después de su destrucción. La forma de la restauración, no del todo fiel al estado original, puede ser controvertida y menoscabar la integridad y fidelidad del original. Sin embargo, los elementos contemporáneos y ahistóricos encajan bastante bien en el edificio reconstruido y, en suma, es inmensamente gratificante que el Palazzo Lampedusa haya resurgido de la ruina y vuelva a ser un hogar, como le gustaba llamarlo a Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
Fuente: Architettura in Rivolta, pl5architettura.it
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