Lubomierz es una pequeña ciudad situada en la voivodía de Baja Silesia, en el condado de Lwów. Situada en el centro de la ciudad, la Oficina Municipal de Lubomierz fue renovada. El edificio se aisló, pero sin añadir una capa de espuma de poliestireno a la fachada.
La historia de Lubomierz se remonta al siglo XII. Es una ciudad muy antigua, cuyos edificios históricos tienen un gran encanto. En el centro, un complejo de edificios alberga la Oficina Municipal de Lubomierz. Afortunadamente, la ciudad sobrevivió a los disturbios de la Segunda Guerra Mundial, por lo que aún puede admirarse aquí el trazado urbano medieval.
Hay muchos edificios históricos, como el complejo de edificios del monasterio de monjas benedictinas, la iglesia evangélica o las murallas de la ciudad. Hasta hoy se ha conservado una parte junto al monasterio, que data de los siglos XV-XVI.
El antiguo edificio alberga también la Oficina Municipal de Lubomierz. Se trata de un complejo de varias casas adosadas cerca del edificio principal del ayuntamiento. El plan de renovación incluía una amplia mejora energética, que no cambia en absoluto el carácter actual del edificio.
El proyecto de cambios fue elaborado por los arquitectos Krzysztof Grześków, Bartosz Bubniewicz y Maciej Osiński. Consiguieron crear un proyecto de modernización energética que no significaba pegar espuma de poliestireno a las paredes exteriores. La historia del edificio, que data del siglo XVI, era clave. Aunque fue ampliamente reconstruido en la década de 1970, han llegado hasta nuestros días numerosos vestigios arquitectónicos, que a menudo sólo salían a la luz cuando las obras se realizaban después de haber arrancado el revoque.
Este era el aspecto de los edificios en 2013:
Para lograr el mejor resultado posible y tratar con respeto los edificios antiguos, durante las obras se celebraron a menudo consejos de obra in situ. En estas reuniones se tomaban decisiones sobre el diseño en colaboración con el responsable de conservación y el promotor. Un ejemplo es la decisión de reubicar la entrada a la oficina y crear una rampa/escalera de arenisca, una vuelta a las soluciones de diseño originales de hace 500 años.
Además, se hicieron numerosas pruebas (inicialmente sobre visualizaciones) para seleccionar la combinación de colores. Los arquitectos no querían alterar el colorido, ligeramente apagado, del paisaje urbano.
Otro importante elemento “recreado” es la plantación de plantas trepadoras, que se espera dominen la fachada con el paso de los años. También fue importante durante esta inversión lo que no se ve. Se sustituyeron todas las instalaciones de calefacción central, incluida la sustitución de la fuente de calor por bombas de calor, se aisló el tejado y se alcanzó así el objetivo energético.
diseño: Krzysztof Grześków, Bartosz Bubniewicz, Maciej Osiński
fotos: Maciej Lulko
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La foto fue tomada durante las obras:
